Celtiberia soriana
Lo táurico desde Valonsadero a Numancia y a los Sanjuanes sorianos
Los pastores de Valonsadero y su entorno que plasmaron esquemáticamente su hábitat ganadero, social y religioso en las pinturas que contemplamos hoy día, y cuya cronología se extiende presumiblemente desde el Neolítico Final hasta la Edad del Hierro, nos muestran que el toro, sobre el cual giran las fiestas de San Juan y de la Madre de Dios en la ciudad de Soria, era ya una figura esencial en la prehistoria soriana. Asimismo las exvotos y pinturas celtibéricas Numantinas reflejan claramente la existencia de ritos táuricos incluso una vez conquistada por Roma. Y desde la Edad Media hay evidencias documentales de la urdimbre ritual táurica (con su profanización festrivo taurina) entre Valonsadero y la ciudad de Soria con motivo de las Fiestas de la Boda de Santa María, conocidas popularmente hoy día como Sanjuanes.
Cabe mencionar la interpretación dada por el arqueólogo Teógenes Ortego y por el escritor Fernando Sánchez Dragó -Hijo Adoptivo de Soria- respecto a una escena en la que, a sus ojos, contemplamos una escena taurina entre un astado y un hombre (con muleta incluida, nos dicen) y posibles pitones falsos añadidos cual “toro de fuego”.
En el Museo Numantino de Soria se custodian algunos ex-votos celtibéricos de Numancia y tambien prótomos astados en cerámicas.
Lo más espectacular en el Museo Numantino, vinculado a lo táurico, es el llamado Vaso de los Toros, de trazos muy abstractos que, probablemente, representan mitologemas cosmogónicos indoeuropeos adoptados por los celtíberos.
El arquetipo táurico se ha ido “socializando en lo profano” a través de los festejos taurinos que, en el caso de la ciudad de Soria, marcan sus fiestas estivales de San Juan o Sanjuanes, con algunos elementos rituales táuricos subyacentes que son innegables.
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