Antonio Machado y Soria
Cigüeñas oteando con Machado el horizonte de Soria ciudad
Campos de Castilla
“Del pasado efímero”
Este hombre del casino provinciano
bosteza de políticas banales
dicterios al Gobierno reaccionario,
y augura que vendrán los liberales,
cual torna la cigüeña al campanario.
“Pascua de Resurreción”
“Ya sus hermosos nidos habitan las cigüeñas,
y escriben en la torre sus blancos garabatos”.
Recuerdo – En el tren, Abril 1913
¿Dará sus verdes hojas el olmo aquel del Duero?
Tendrán los campanarios de Soria sus cigüeñas,
y la roqueda parda más de un zarzal en flor;
ya los rebaños blancos, por entre grises peñas,
hacia los altos prados conducirá el pastor.
A José María Palacio
Palacio, buen amigo,
¿está la primavera
vistiendo ya las ramas de los chopos
del río y los caminos?
Por esos campanarios
Ya habrán ido llegando las cigüeñas
La Tierra de Alvargonzález
Es una tarde de otoño.
En la alameda dorada
no quedan ya ruiseñores;
enmudeció la cigarra.
Las últimas golondrinas,
que no emprendieron la marcha,
morirán, y las cigüeñas
de sus nidos de retamas,
en torres y campanarios,
huyeron.
(…)
Y era allí donde los padres
veían en primavera
el huerto en flor,
y en el cielo
de mayo, azul, la cigüeña
-cuando las rosas se abren
y los zarzales blanquean-
que enseñaba a sus hijuelos
a usar de las alas lentas.
Poesías sin agrupar
APUNTES Y CANCIONES
Como una ballesta,
en el aire azul,
hacia la torre mudejar.
La cigüeña absorta,
sobre su nido de ramas,
mirando la tarde roja.
Primavera vino.
Violetas moradas,
almendros floridos.
Nuevas Canciones
Caminos del alto Duero
Colmenero es mi novio
y a su campana,
porque Rosa me llamo,
Rosa la llama,
y a la cigüeña
le dice: que me traigas
noticias de ella.
Soledades
Poema XIV
¡Oh tarde luminosa!
El aire está encantado.
La blanca cigüeña
dormita volando.
“Orillas del Duero”
Se ha asomado una cigüeña a lo alto del campanario.
Girando en torno a la torre y al caserón solitario
ya las golondrinas chillan. Pasaron del blanco invierno,
de nevadas y ventiscas los crudos soplos de infierno.
Poesías de la guerra
El poeta recuerda las tierras de Soria
¡Ya su perfil zancudo en el regato,
en el azul el vuelo de ballesta,
o, sobre el ancho nido de ginesta,
en torre, torre y torre, el garabato
de la cigüeña!… En la memoria mía
tu recuerdo a traición ha florecido;
y hoy comienza tu campo empedernido
el sueño verde de la tierra fría.
Soria pura, entre montes de violeta.
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