Alfonso I rey de Soria
El Fuero Breve de Soria otorgado por Alfonso I el Batallador en 1120
Este Fuero Breve de marzo de 1120 es el primero que tuvo la población de Soria y lo otorgó Alfonso I el Batallador al año siguiente de fundar Soria en 1119 para constituirla como Cabeza de la Extremadura de Yuso como ya explicamos en un post el 20 de noviembre de 2016. Alfonso I reinó en Soria de 1119 a 1134, o sea, que fue su primer rey.
Los Annales Compostellani confirman la puebla de Soria en 1119: “Era MCLVII [año 1119] populavit rex Aldefonsus Soriam“. Este Alfonso no puede ser otro que El Batallador ya que, a la sazón, el futuro Alfonso VII el Emperador, niño era, criado en Galicia y sin autoridad en Castilla, como aclara Gonzalo Martínez Díez.
El Batallador entra en Zaragoza el 18 de diciembre de 1118, ocupa Tudela el 25 de febrero de 1119, después Tarazona (en mayo, según Ubieto) y funda Soria ese mismo año de 1119, como consta en un diploma fechado el 13 de diciembre de ese mismo año en Pedraza de la Sierra (Segovia) por el que otorga el fuero de Castellar a los pobladores de Belchite y convierte a Soria en “medianera” para la resolución de los pleitos. Alfonso I indica cuáles son dominios y testimonia que “[…] regnante me Dei gracia in Aragon et in Pampilona atque in Super Arbe siue in Ripacurcia atque Castella Bielga siue in tota Strematura usque ad Toleto, et Dei gratia in Çaragoça et in Tutela usque ad Morella et in mea populacione quod dicitur Soria“.
Vicisitudes del Fuero Breve de Soria
El texto que se conoce del Fuero Breve es un resumen del mismo dado a conocer por Serrano y Sanz que lo dió a conocer en 1921. Así lo señala Gonzalo Díez Martínez: “Serrano y Sanz daba noticia de la existencia en el archivo de la catedral de Sigüenza de una copia abreviada de un fuero de Soria otorgado por Alfonso I de Aragón y confirmado por Alfonso VII de León, que se conservaba transcrito en un códice de la segunda mitad del siglo XIII, que contenía unas averiguaciones hechas el año 1268 acerca del señorío sobre las villas de Serón y Monteagudo en disputa entre los obispos de Sigüenza y Osma. Hoy no podemos acudir a la copia del siglo XIII pues el códice en el que se contenía fue destruido el año 1936 en la guerra; sólo nos queda la copia que hizo en su día Serrano y Sanz con muchas imperfecciones y las noticias que de dicho códice nos proporciona Minguella. El texto transcrito por Serrano Sanz parece incompleto, más probablemente por decisión del copista del siglo XIII que del estudioso del siglo XIX. El tal copista sólo se interesó por reproducir los confines del concejo soriano y unos pocos preceptos que podían afectar directamente a los clérigos, limitándose a transcribir dichos preceptos”.
Publicado por SERRANO y SANZ, M.; Un documento bilingüe de Alfonso VII. Año 1143; “Boletín de la Real Academia Española”, t. VIII, 1921, p. 586 – 587.
Publicado por LACARRA; Documentos para el estudio de la reconquista y repoblación del valle del Ebro, Zaragoza, 1982 (documento n. 65). Sigue a Serrano y Sanz corrigiendo la edición del documento, deficientemente transcrito por el copista del siglo XIII.
Publicado por LEMA PUEYO, José Ángel: “Colección Diplomática de Alfonso I de Aragón y Pamplona (1104-1134)” en Fuentes Documentales Medievales del País Vasco. San Sebastián, Sociedad de Estudios Vascos, Eusko Ikaskuntza, 1990.
Citaso por MINGUELLA,Toribio; Historia de la diócesis de Sigüenza, t. I, p. 32 – 33.
Citado por GALO SANCHEZ; Fueros castellanos de Soria y Alcalá de Henares, p. 229.
Citado por MARTÍNEZ DÍEZ, Gonzalo: “El Fuero de Soria: génesis y fuentes“, en Anuario de historia del derecho español, nº 76, 2006, págs. 15-17.
Texto conocido del Fuero Breve de Soria
Sub Christi nomine et eius divina clemencia, Filio, Patris et Spiritus Sancti, amen (1).
Ego quidem Aldefonsus, Dei gratia imperator, facio hanc cartam donationis et liberationis ad totos homines qui in Soria sunt populati et in antea ibi populaberint, ut habeant ibi etc (sic).
Hec sunt terminos quos dedit rex ad Soriam: de Taraçona ad Soriam et ad Calahora et ad Ochon et a la Cogola, a Lara, a Lerma, a Baldavellano, a Peñafidel, a Segobia, a Matrit, ad Oreia, a Molina, a Calatahub. Finitur terminus ad Taraçona.
Toto homine qui levaverit de Soria ganado aut aliqua causa et venerit in Soria poblare, pectet illam.
Et clerici de Soria per premia non vadant ad fonsatum.
Et si venerint poblare ad Soriam homines de ultra Ebro, quod habeant suas casas solutas et ingenuas per dos annos, et de duos annos in antua quod faciat hoc quod antea solebant facere2.
Et clericus qui fuerit captus cum muliere, quod sedeat iudicato secundum canones et non prendat (3) aliquo torto.
Facta (carta) confirmationis de rege imperatore Aldefonso quando ista carta confirmavi en Tudela, ut illi siant fideles et dileti et rex attendat hoc totum per fidem.
Si quis autem condempnare voluerit hanc cartam vel quod in illa scriptum est et quisierit disrumpere, fiat maledictus et condempnatus de Patre et Filio et Spiritu Sancto per cuncta secula, et anathematizatus cum Iuda traditore habeat in inferno mansionem, cum Belzebub participacionem per infinita secula seculorum, amen.
Facta carta in era M.C.L.VIII., in mense marcio. Regnante me Dei gratia in Aragone et in Pampilona, in Alaba et in Castellam Veia et in Çaragoça et in suis terrism et in Soria. Hi sunt (4) testes: dompnus Michael, Tarasonensis episcopus, testis; sunt Asnar Asnaris, testis; sunt4 Fortunio Garces Caxal, testis; sunt Lope Garces de Estela, testis; sunt Sancio Acenaris de Funes, testis; sunt Eneco Lopis, maiordomo regis, testis; Juhan Didas, testis; Diago Munius, “illo Coxo”, testis”.
Anotaciones de José Ángel Lema Pueyo
1. “Filio, Patris et Spiritus Sancti, amen”; sic por “Patris, Filii et Spiritus Sancti, amen”.
2. “Et de duos annos in antua quod faciat hoc quod antea solebant facere”; sic por “et de duos annos in antea quod faciant hoc quod antea solebant facere”.
3. “Prendat”; sic por “prendant”.
4. “Sunt”; sic por “senior”.
Alfonso VII confirma el Fuero Breve
Al texto anterior le sigue la la confirmación por Alfonso VII posteriormente a su coronación como emperador el 26 de mayo de 1135. Para Gonzalo Díez Martínez “muy probablemente con anterioridad a septiembre de 1136”.
“Ego Adefonsus, Dei gratia Hispaniarum imperator, hanc cartam confirmo et propria manu corroboro ad vos, barones de Soria quam dedit vobis Aldefonsus, rex Aragonie, meo tio, et singum meum in hac carta poni volo. Et otorgo vobis totos vestros foros qui sunt scripto(s) in ista carta, et parco ad vos totum malum quod fecistis in diebus de meo tio et postea usque dum intravi Soriam, ad christianos et ad mauros. N.E.F.S. (sic) Huius otorgationis sunt testes: Bernardus, Segontinus episcopus; Bertrandus, Oxomensis episcopus; Michael, Tirasonensis episcopus; Rodericus Gonçales, comes; Armengot (sic por Armengol), Urgelensis comes; Amalricus, alferiz; Lop Lopes, maiordomus; Rodric Vermdudes, Remir Flores, Goter Fernandes, Rodrig Fernandes, Rodric Munios, Ordon Gostios, Rodrig Gonçales. Ego Michael, episcopus istius civitatis, laudo et confirmo. Ego Belengarius, archidiaconus et regis notarius istam roborationem iussu domini mei regis composui et signum meum posui”.
Posteriormente, el 15 de abril de 1143, confirma de nuevo el Fuero y lo amplía Alfonso VII, como nos resume Gonzalo Díez Martínez:
El Fuero Breve de Soria en otras poblaciones
En 1129 Alfonso I otorga el Fuero Breve de Soria a Cáseda, en la merindad navarra de Sangüesa, como indica Martínez Díez recogiendo el dato de Galo Sánchez: “Al comienzo de esta carta foral el rey afirmaba que concedía a los vecinos de Cáseda “Tales foros quales habent illos populatores de Daroca et de Soria, et adhuc meliores”; más adelante, en el texto mismo, recordaba en dos ocasiones esos fueros de Soria y Daroca: la primera al establecer la caloña del homicidio: “Homo de Casseda si occiderit hominem de foras, peitet triginta solidos ad foro de Soria…”; la segunda, al establecer que moros, judíos y cristianos que poblaren Cáseda, tendrían los mismos fueros de que gozaban los
vecinos de Soria y Daroca: “Mauri, judei et christiani, qui fuerint populatores in Casseda, habeant foros, sicut illos de Soria et de Daroca”…” Este último dato sugiere a algunos historiadores que Soria debió poblarse por cristianos, musulmanes y judíos (algo habitual en las pueblas fomentadas por El Batallador).
Así mismo Alfonso VII el Emperador ofrece el 20 de septiembre de 1143 a la villa de Aragosa (Guadalajara) la opción de escoger entre cuatro fueros (Medinaceli, Atienza, Almazán y Soria) el que más les placiera.
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