Encuentro pictórico entre Oriente y Occidente con Poéticas Contemporáneas

Hoy es ha inaugurado la exposición Poéticas Contemporáneas (de Oriente y Occidente) que en su itinerancia en Soria, podrá visitarse en la Sala A del Palacio de la Audiencia hasta el día 31 de agosto ( lunes a sábados de 12 a 14 horas y de 19 a 21 horas). Inauguración en la que han estado presentes el concejal de Cultura, Jesús Bárez, el Obispo y la directora de Arte y Exposiciones de la Fundación Merayo, Rosa María Olmos. Una exposición que es  una muestra de gran riqueza visual y conceptual; un destello más en el largo y fructífero diálogo entre el arte oriental y el occidental, en este caso entre Japón y España (Castilla y León). Véase, en pdf: Catálogo Poéticas Contemporáneas. De oriente a occidente.

La exposición, que está patrocinada por la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Soria, recala en esta ciudad castellana después de un periplo expositivo que comenzó en la propia Fundación Merayo (mayo- octubre, 2017) y que tuvo su continuidad en la salas de la Universidad de León, en el Campus de Ponferrada (noviembre – diciembre, 2017), y en el Albéitar leonés (febrero – marzo, 2018).

El conjunto expositivo está configurado por seis muestras individuales de pintura y fotografía, de otros tantos artistas, que la Fundación Merayo (Santibáñez de Porma, León) puso en marcha en el verano de 2017 con la idea de mostrar el trabajo de los creadores japoneses contemporáneos Shoji Harikae, Susai Inada y Maiko Maeda, al lado de creadores castellanos y leoneses, los pintores Ángela Merayo y Vicente Molina Pacheco y el fotógrafo Norberto Nosti. Seis artistas dispares en procedencias y cronologías, en lenguajes plásticos y adscripciones estéticas, entre cuyas obras, no obstante, es posible detectar conexiones formales y anímicas, apreciables en los trazos gestuales que sustentan las creaciones de Susai Inada y de Vicente Molina Pacheco; en la espiritualidad misteriosa que reside tanto en las perfectas geometrías creadas por Ángela Merayo como en el mundo cromático, purificado y delicado, de Maiko Maeda, en sus líneas negras, en las mismas líneas negras continuas/discontinuas de Shoji Harikae, depositarias del impulso vital que le unen o le separan de la vida, y también en la ironía sutil presente en la obra fotográfica de Norberto Nosti, con toques surrealistas.