Soria en la Historia
Los Río, trashumancia y arte renacentista en Soria, según Máximo Diago Hernando
El linaje de los Río, rícos ganaderos de la trashumancia y pertenecientes a la oligarquía de la ciudad de Soria, está vinculado al arte renacentista de la capital. “El magnífico palacio de los condes de Gómara, que tanto contribuye a embellecer hoy Soria… es buena prueba de que para esta singular familia la explotación de su cabaña de ganado ovino trashumante fue muy rentable durante el siglo XVI”, indica Máximo Diago Hernando.
Los Río, enlazados con los Salcedo, igualmente dejaron testimonio de su riqueza construyendo un palacio que hace esquina entre la Plaza de San Clemente y la calle Aduana Vieja (calle plagada de palacios renacentistas pertenecientes a familias de potentados ganaderos de la trashumancia).
Los Río igualmente patrocinaron la ermita de la Soledad (concluida en 1563) y al menos un gran retablo mayor del antiguo monasterio de Santa Clara, hoy en la concatedral.
Origen del linaje Río
Hay dos ensayos específicos de Máximo Diago Hernando en donde se centra en el linaje de los Río -además de ser igualmente tratados en otros ensayos y libros así como en su tesis doctoral: “Estrategias de ascenso social en la Castilla del siglo XVI: la familia Río en Soria” y “Una explotación trashumante en la Castilla moderna: la cabaña de los Río de Soria”. En el primer trabajo “se analiza en este trabajo un proceso de ascenso político y social de una familia de ganaderos trashumantes en una ciudad castellana durante el siglo XVI. Se demuestra que una modesta familia hidalga de origen gallego, gracias a los elevados beneficios que le proporcionó una bien gestionada explotación ganadera trashumante consiguió, mediante la inversión de importantes cantidades de dinero en la compra de oficios de gobierno local y señoríos de vasallos, ascender a la posición de máxima influencia política y social en la ciudad de Soria en el período comprendido entre 1520, fecha en que se avecinaron en esta ciudad, y finales del siglo XVI”. Y en el segundo profundiza en el importante papel desempeñado por esta familia como grandes ganaderos y su poder dentro de la Mesta. De todas estas obras extraemos los párrafos que transcribimos a continuación.
El linaje soriano de los Río comienza con Juan López de Río, “modesto hidalgo originario del obispado de Mondoñedo, en Galicia, quien, tras abandonar su patria de origen en busca de mejores condiciones de vida, entró a mediados del siglo XV al servicio del señor de Cameros, Juan Ramírez de Arellano, quien le designó para que se hiciese cargo de la tenencia de la fortaleza de su villa de Yanguas. Allí contrajo matrimonio con una doncella perteneciente a una familia de ganaderos trashumantes [los Fuenmayor de Yanguas], que le llevó a interesarse progresivamente por la actividad de la cría de ganado ovino en régimen trashumante, orientada a la producción de lanas finas para su exportación, sentando así las bases para la futura prosperidad de sus descendientes, que llegaron a convertirse en los señores de la cabaña de mayores dimensiones y mejor reputación por la calidad de sus lanas en todo el partido mesteño soriano”. En el último tercio del s. XV dos de sus hijos, Pedro González del Río y Diego del Río, sobresalieron como grandes ganaderos, y una hija se casó con Antón de Fuenmayor, importante ganadero de Yanguas.
El primogénito, Pedro González del Río fue también alcalde del castillo de Yanguas y sirvió al conde de Aguilar y Señor de los Cameros. Llegó a ser uno de los grandes propietarios de ganadería trashumante, con mucha influencia en la Mesta. Se convirtió igualmente en tesorero y “hacedor” del maestrazgo de Alcántara en Badajoz controlando el arrendamiento de la gran dehesa maestral de La Serena. Se casó con una hija del, también, gran ganadero yangüés Rui Díaz de Fuenmayor, con la que tuvo al menos seis hijos, “los cuales se vincularon también a través del matrimonio con familias ganaderas, concretamente con los Vinuesas de Gallinero, los Castejones de Ágreda, los Malo y los Fuenmayor de Yanguas”.
Los Río en Soria ciudad
En la siguiente generación, “varios de los hijos varones de Pedro González de Río [Antón y Juan, cuando menos], habiendo alcanzado ya una notable posición económica gracias a los beneficios que les había reportado su actividad como ganaderos trashumantes, consideraron llegado el momento de romper vínculos con la casa de Arellano, y hacia 1520 decidieron cambiar su residencia desde la villa de Yanguas a la ciudad de Soria, que les ofrecía mejores perspectivas para su promoción en el terreno sociopolítico. Y en poco tiempo dieron pasos decisivos en esta dirección, pues lograron convertirse en señores de vasallos, gracias a la adquisición del señorío de la villa de Almenar, al que varias décadas después se sumó el de la villa de Gómara, y acceder al regimiento de la ciudad de Soria, en el que, tras la adquisición por compra del oficio de alférez mayor, consiguieron reservarse la posición de máxima preeminencia, con derecho de asiento preferente a la derecha del corregidor, hasta el fin del Antiguo Régimen.”
El primogénito de Pedro González del Río, Antón de Río el Rico y el Viejo, “continuó la senda trazada por su padre, negociando el arrendamiento de las dehesas de las mesas maestrales de Alcántara y de Santiago, y tomando a su cargo la recaudación de las cantidades debidas a la Real Hacienda por los ganaderos arrendatarios”, asegurándose así “un acceso privilegiado a los pastos de invierno en dichas dehesas” (especialmente la de La Serena). “Por lo demás, la presencia de esta familia en tareas relacionadas con el arrendamiento de la mesa maestral de Alcántara y las negociaciones con el emperador [Carlos I] para efectuarle préstamos y ayudas siguió siendo intenta a lo largo del XVI, al igual que lo fue en los órganos institucionales de la Mesta”. En efecto, Antón de Río el Joven o Mozo, tuvo a renta todo el maestrazgo de Alcántara entre 1542-1547. Y los otros hijos de Antón de Río el Rico –Francisco López de Río, Alonso de Río “el Mayor”, y Pedro González de Río- “también aparecen en documentación tratando asuntos relacionados con las dehesas de La Serena”.
Por tanto los Río, una vez trasladados a Soria, “centraron su actividad pública por un lado en la participación en las instituciones de gobierno de esta ciudad (asegurándose durante la segunda mitad del siglo XVI una posición de preeminencia), defendiendo con frecuencia sus intereses como ganaderos y vendedores de lanas y corderos, y por otro en la intervención en las instituciones mesteñas”.
Pelayo Artigas nos informa, a su vez, del enlace de los Río con los Salcedo y los Bravo de Saravia, para lo cual nos remonta primero a Rodrigo López de Salcedo, cuarto señor de la Casa de Aldea del Señor (Aldealseñor), casado con la agredeña Catalina Gutiérrez de Camargo y fallecido en 1506. Su hija Catalina se casó con el ya viudo Antón de Río “el Rico y el Viejo”, y el hijo primogénito de ambos, Antón de Río (fallecido en 1560), se casaría con Ana Bravo de Saravia, señora de Almenar, con quien tuvo dos hijas.
La mayor, Juana, tuvo como esposo a su tío, Francisco López de Río el Rico, alférez mayor y regidor de Soria a partir de 1567, y promotor del hoy llamado Palacio de los Condes de Gómara (construido entre 1577-1592), prueba evidente de su rico patrimonio, gran parte derivado de su cabaña ovina (el Condado de Gómara se creó en 1689). A su vez, Alonso de Río el Mayor es el que mandó construir el denominado Palacio de los Ríos y Salcedo (sede actual del Archivo Histórico Provincial en la calle Aduana Vieja) en 1549.
La cabaña trashumante de los Río en el siglo XVI
La utilización del término «cabaña de los Río» está justificada, comenta Diago Hernando, “por el hecho de que todos los ganados pertenecientes a los miembros de esta familia residentes en Soria disfrutaron durante los siglos XVI y XVII de un singular privilegio relativo a la forma en que habían de satisfacer el diezmo de las lanas, y además tuvieron reconocida una singular reputación por la superior calidad de sus vellones. La propiedad de la cabaña no llegó a estar en ningún momento concentrada en un único individuo, sino que se repartió entre varios miembros de la familia, que se redujo bastante durante el siglo XVII”.
¿De qué cuantía era la cabaña de los Río? Según Diago Hernando la cabaña trashumante de los vecinos de la ciudad de Soria durante el s. XVI superaba las 60.000 reses ovinas que, merced a la mancomunidad de pastos pastaban en las aldeas de la Tierra de Soria.
Por lo declarado en venta de arrobas de lana fina trashumante en 1524, Antón de Río el Viejo-el Rico, “tendría entonces alrededor de 18.000 cabezas, sin contar corderos”. Su hijo primogénito, Antón de Río el Mozo, “poseía en 1560, año de su muerte, sólo 7.800 cabezas de ganado, pero había entregado al menos 4.876 a su hermano Francisco López de Río I, cuando casó con su hija primogénita, Juana de Río y Bravo. Este último, que compró el oficio de alférez mayor de Soria y su provincia, llegó a reunir la mayor cabaña del partido mesteño soriano durante la segunda mitad del siglo XVI, declarando en 1568 ante los escribanos de la aduana la posesión de 22.050 cabezas de ganado ovino mayor, 8.500 corderos y 430 cabras”.
A su vez, su yerno y sucesor en el mayorazgo, Antonio López de Río, pagó el impuesto de servicio y montazgo de 1599 por 23.410 cabezas y, en 1602, “logró poner en el mercado la asombrosa cifra de 6.000 arrobas de lana, procedentes del esquileo de sus rebaños de aquel ejercicio, la más elevada de cuantas hemos documentado en el ámbito soriano en los siglos XVI y XVII, y que permite presumir que la cabaña superaría en aquel ejercicio las 30.000 cabezas”.
Bibliografía
Máximo Diago Hernando:
– Soria en la baja edad media: espacio rural y economía agraria, Universidad Complutense, Editorial Complutense, 1993.
– “Estrategias de ascenso social en la Castilla del siglo XVI: la familia Río en Soria”, Historia social, Nº 49, 2004, págs. 3-28.
– “Una explotación trashumante en la Castilla moderna: la cabaña de los Río de Soria”, Historia agraria: Revista de agricultura e historia rural, ISSN 1139-1472, Nº 48, 2009, págs. 13-44
– “La proyección de las casas de la alta nobleza en las sociedades políticas regionales: el caso soriano a fines de la Edad Media”, Anuario de estudios medievales, Nº 39, 2, 2009, págs. 843-876.
Pelayo Artigas: Los Salcedos y los Ríos, progenitores de los Condes de Gómara, Revista de Archivos, Bibliotecas y Museos, Madrid 1920
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