La futura comisaría, lista en 2023, apuesta por la sostenibilidad

La delegada del Gobierno en Castilla y León, Virginia Barcones, la presidenta de la Sociedad de Infraestructuras y Equipamientos Penitenciarios y de la Seguridad del Estado (SIEPSE), Mercedes Gallizo, y el alcalde de Soria, Carlos Martínez, visitaron ayer las obras de la futura nueva Comisaría de Policía Nacional de Soria, que se construye actualmente en una parcela de 3.000 metros cuadrados cedida por el Ayuntamiento en la rotonda de las calles Duque de Ahumada y León, con un presupuesto de más de 6,8 millones de euros y un plazo de finalización previsto de 15 meses.

El proyecto, que fue presentado en septiembre del año pasado, ha avanzado ya en la primera parte del proceso de construcción, y previsiblemente estará finalizada el próximo año, 2023, para sustituir las actuales instalaciones situadas en el centro de la ciudad, ya obsoletas y sin las condiciones de operatividad necesarias.

La nueva comisaría, que se edificará en unos terrenos cedidos por el Ayuntamiento, consta de un edificio proyectado exento, con una superficie construida total de 5.442,61 metros cuadrados,  y está organizado en cuatro plantas y dos sótanos.

Funcionalmente, el edificio se organiza en dos áreas claramente diferenciadas: el complejo se organiza en dos volúmenes unidos por el núcleo de comunicaciones, el primero de ellos que albergará los usos de atención al público en planta baja y tendrá el acceso principal por la calle León. La planta superior estará destinada a usos asociados al área de dirección. El segundo bloque albergará las zonas operativas destinadas a las distintas brigadas, que corresponden a las zonas de trabajo diáfanas donde desarrollar el trabajo colaborativo. Así, este volumen queda por detrás del acceso principal, más protegido de las vistas desde el exterior, dotándole de mayor privacidad.

Además de la seguridad y la funcionalidad otra de las principales premisas tenidas en cuenta en el proyecto de esta infraestructura ha sido diseñar un edificio sostenible. Fundamentalmente se ha proyectado en base al cumplimiento de la limitación de la demanda energética, atendiendo a las especificidades del clima en Soria, plenamente continental, con inviernos fríos y veranos muy calurosos durante las horas del día, con una diferencia de temperatura día/noche muy amplia. Para ello, se ha tenido especial cuidado tanto en la elección de los materiales como en la disposición de los diversos elementos. Está prevista una fachada ventilada formada por piedra caliza en su cara exterior, acompañada de una celosía de lamas que permita un control solar eficaz en las zonas de huecos de ventanas. En apoyo de este y otros sistemas pasivos, se ha implementado un diseño de las instalaciones que permitan lograr una gran eficiencia energética del edificio, que junto a la seguridad es uno de los objetivos clave de esta edificación. Estos y otros parámetros, tales como la gestión de residuos durante la obra y la utilización responsable de los recursos de la zona, permitirán que el edificio no sólo cumpla con las exigencias de la normativa cara a ser Edificio de Consumo de Energía Casi nulo (EECN), sino que esté certificado por un organismo independiente, Green Building Council España (GBCe), con hasta tres hojas verdes, que garantiza la obtención de los objetivos de sostenibilidad y compromiso con la Agenda 2030. Para la consecución de todo ello, se instalarán distintas fuentes de energía renovable tales como la cogeneración solar con paneles híbridos, aerotermia de alta eficiencia, pozos canadienses y la conexión a la red Soria Calor de biomasa, así como la implantación de un diseño eficiente de las instalaciones, con sistemas de gestión y monitorización y la multiplicidad de equipos y sistemas que permitan un rendimiento estacional.