Antonio Machado y Soria

Leonor, la esposa de Antonio Machado, tiene ya una obra de investigación monográfica

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Organizado por la Fundación Española Antonio Machado -en la que participa el Ayuntamiento de Soria-, Ediciones Rilke y el Centro Cultural Amistad-Numancia se ha presentado ayer en este centro último el libro “Leonor. Memoria de la niña-esposa” escrito por Miguel Ángel Baamonde y publicada por Ediciones Rilke.

En el siguiente vídeo recogemos la exposición del libro realizada por Jesús Bozal, delegado en Soria de la Fundación Española Antonio Machado (además, en pdf: Jesús Bozal presenta el libro sobre Leonor Izquierdo de M.A. Baamonde).

Además de Jesús Bozal participaron en esta presentación la editora Ana María Olivares y el cantautor Andrés Martínez.

Presentación por la editora literaria

Ana María Olivares

Buenas tardes y sean todos bienvenidos a esta velada literaria en un lugar mítico y mágico como es El Círculo Amistad Numancia de Soria conocido popularmente como El Casino donde vamos a presentar el libro Leonor. Memoria de la niña-esposa cuyo autor es Miguel Ángel Baamonde que dada su avanzada edad y estado de salud no puede acompañarnos esta tarde como doy fe de que era su deseo. Después les leeré lo que nuestro autor me ha confiado para que su ausencia se nos haga más liviana; ahora permítanme que muy brevemente les comente como editora lo que ha supuesto publicar este libro en Ediciones Rilke.

Ediciones Rilke pertenece al Grupo Editorial Pérez-Ayala que está formado por la Editorial Poesía eres tú, Ediciones Amaniel, Ediciones Rilke y Ediciones Azorín. Es el primer grupo editorial dedicado a los libros de poesía. Dicho Grupo desde sus comienzos ha tenido la vocación de dar a conocer la obra de autores nuevos y avanzar en el conocimiento de la vida de los poetas. Es por eso que Leonor, Memoria de la niña-esposa es una obra muy importante para nuestra editorial, ya que el libro supone un avance en la investigación de la vida de Antonio Machado por medio de su esposa Leonor. Su autor Miguel Ángel Baamonde había publicado anteriormente otro libro en esta editorial La poesía enamorada de Antonio Machado.

No les voy a decir que ha sido un proyecto fácil de publicar porque no lo ha sido pero trabajar casi codo con codo con Miguel Ángel ha resultado tan enriquecedor como sorprendente, parecía que nunca íbamos a dar por terminado el libro puesto que cada vez que generaba un fichero nuevo y se lo enviaba al autor para su corrección surgían nuevos matices que nos obligaban a continuar corrigiendo. Este libro Leonor. Memoria de la niña-esposa es la única biografía publicada sobre la figura de Leonor, que si bien es cierto que tuvo una vida demasiado corta fue suficiente para que de la mano de quien tanto la amó, su esposo Antonio Machado, surgieran los más hermosos y desgarradores poemas. Miguel Ángel, defensor declarado de la imagen de Leonor, nos seduce con un libro minucioso, muy bien documentado y les puedo asegurar que cada una de sus páginas es un regalo para los que nos consideramos “machadianos” y me atrevería a aseverar que para los que no lo son, también.

Desde el Grupo Editorial Pérez-Ayala queremos agradecer al autor y a todas las personas que han colaborado en la realización y difusión de la obra, el esfuerzo, trabajo y entrega que le han dedicado. A La Fundación Antonio Machado en la persona de su secretario Jesús Bozal que desde el principio puso todos los medios a su alcance para que esta presentación llegara a buen puerto. Gracias al Casino de Soria por cedernos este arcaico pero maravilloso entorno. Gracias al Ayuntamiento de Soria, en particular al departamento de cultura en la persona de su concejal Jesús Bárez Iglesias por colaborar en la medida de sus posibilidades. A Manuel Álvarez Machado, pozo ingente de sabiduría por todo lo que he aprendido y sigo aprendiendo de su mano y un agradecimiento muy especial a Andrés Martínez, cantautor jumillano, amigo, maestro de las palabras y la música pero sobre todo excelente persona que no dudó en poner música a los versos de nuestro poeta con la genialidad que le caracteriza cuando con cierta timidez se lo pedí y que no ha dudado en viajar hasta aquí para poner el broche de oro como no podía ser de otra manera al libro que presentamos. Gracias de corazón.

Y gracias a todos ustedes por su asistencia. Espero que cuando tengan el libro entre sus manos sientan lo mismo que yo sentí cuando lo tuve de forma física en las mías… emoción y un gran deseo de adentrarme en sus páginas. Disfrútenlo tanto como yo he disfrutado trabajando con Miguel Ángel Baamonde. Gracias.

PRESENTACIÓN POR EL AUTOR

Miguel Ángel Baamonde

Señoras, señores:

Solicito vuestras disculpas por dos razones: la primera por el tono inusual de la presentación, ya que pertenezco a aquellos antiguos infantes que aprendieron buenos modales leyendo La buena Juanita y otros tratados similares de urbanidad, por lo que el llamamiento con el que abro mi intervención viene a ser recuerdo —y homenaje en cierto modo— de los lejanos años en los que esa era la forma correcta de dirigirse a un público escuchante. La segunda por mí no presencia ante ustedes, pero tanto la edad como los achaques se han concitado para no dejarme gozar de otra gustosa estancia en esa Soria que tantas incitaciones presenta para mí. Lo de la muy repetida sentencia de Pascal sobre las razones del corazón que nunca coinciden con las de la razón. Acéptenlas y concluidas estas disculpas, pasemos a lo que realmente motiva este acto.

Hoy y antes ustedes se presenta un nuevo libro que recoge la vida de una soriana que siempre ha permanecido en lugar discreto, como compañera, fugaz, de su marido, el poeta Antonio Machado.

Frente a este hecho, el de la publicación de su biografía, cabe preguntarse si dicho trabajo era necesario o importante, puesto que su figura nunca ha sido eludida por todos aquellos biógrafos y editores que se han ocupado de obra y vida del poeta, aunque y necesariamente siempre de una forma que podríamos considerar como obligatoria. ¿Por qué? ¿Quizá porque fue su compañera y esposa enamorada durante los cortos años sorianos y por ello, simplemente por ello, merece ser recordada pero sin mayor proyección? Esa es, fue y muy posiblemente será la actitud de muchos de los que se acerquen a la figura machadiana con afán de estudio de su obra y comprensión de la misma; pero, y siempre ha de surgir un “pero” que nos lleve a clarificar el sentido real y profundo de muchas preguntas, pero —repito— eso no es suficiente para ese intento de aprehensión de la obra total del poeta. ¡Y ahí está o radica la importancia que se le supone a esta Leonor que hemos biografiado y que trasciende más allá de su fallecimiento! Y es algo que nadie, o muy pocos han tenido en cuenta; porque como expongo en las partes del libro que complementan su biografía, Leonor supone, con su muerte, un brusco cambio en el hacer y el pensar de Antonio Machado.

Y si la mayor parte de mi trabajo la ocupa su biografía real, expongo en esas tres siguientes, o sea, segunda y tercera y cierre, la valoración de su huella y el por qué ese cambio de rumbo hacia la prosa que parece ir en detrimento de su poesía. Todo esto resulta más complejo de lo que a simple vista pueda parecer, y para ello se necesitaría bastante más espacio que el aquí disponible o en que en esas partes siguientes a la biográfica se plantea.

Lo expreso en el titulado Cierre cuando escribo que tras todo hombre importante hay siempre una gran mujer y expongo mis razones para tan arriesgada afirmación respecto a Leonor.

Y eso fue ella a pesar de su corto paso por la tierra. Porque el gran vacío que dejó tras su muerte en el ánimo de su esposo, le valió a él para reconducir su quehacer poético por otros caminos que, acorde con sus personales inclinaciones, resultó más fructífero en su pensar de aquellos años. Es curioso como ese concepto que denominamos ausencia puede ejercer permanente presión en determinados personajes hasta llevarlos a conclusiones que no estaban en su imaginario en los primeros momentos de esa misma ausencia.

De Leonor, y por lo que antecede, me he ocupado en diversos trabajos, siendo el primero mi extensa obra Guiomar, asedio a un fantasma, en la que ni es mencionada ni se le dedica atención personalizada, pero en la que sí está presente, tal y como reza el deseo inicial: Esta obra se escribe pensando en Leonor; y es, en cualquier sentido que se tome, un acto de justicia a su memoria; algo más tarde me ocupé de glosar el conocido como Ciclo Leonor dentro de la poesía de Antonio Machado, para finalmente desembocar en la biografía que ahora se presenta. Un trabajo difícil, complicado y tremendamente lento, pues tal y como se explica en su introducción, supuso unas cuantas versiones, la penúltima de las cuales hubo que reconstruir en su práctica totalidad, dada su pérdida en los múltiples avatares en que se vio envuelta en el año del Centenario de la muerte de Leonor, pensado como el de su publicación. Todo ello ha redundado en beneficio de la biografiada, ya que al volver a iniciar la rebusca de datos y documentos, así como de reinterpretación de numerosos pasajes, han quedado subsanadas —al menos por el momento— algunas incógnitas que se habían pasado por alto, viéndose compensada de esta forma su figura.

Pero, pueden preguntarse ustedes, ¿dónde radica el interés que despierta actualmente; ya que si hasta ahora no despertó la curiosidad de biógrafos y comentaristas, es que en realidad no pasa de ser una figura secundaria —lamentablemente— en la vida del poeta? Naturalmente, puede estarse o no de acuerdo con la pregunta. En el primer supuesto apenas supondría un añadido a la vida de Antonio Machado; una anécdota, importante por el dolor que en él dejó de forma inmediata, pero que en ningún caso haría necesaria una biografía que aclarase nada o muy poco que añadir al camino de Antonio Machado; en el segundo supuesto, habría que plantearse muchas —quizás demasiadas— preguntas sobre ese por qué; y no es el momento de ponerse a explicar las mismas. Falta, lógicamente de tiempo. Baste decir que su figura viene a ser la respuesta a un cuestionamiento ya antiguo en el que se pone de manifiesto la utilización de un nombre y un personaje, Guiomar, como denominación dirigida a otra persona, equívoco que hay que deshacer de una vez por todas y que yo he intentado exponer en mi libro mencionado más arriba, como ese acto de justicia hacia su figura inmarcesible y que apunto en esa página preliminar del mencionado estudio. Justicia que Leonor merece no solo como esposa del poeta, iluminadora de su vida; también como inspiradora de una forma de pensar y hacer que lo llevó por derroteros inusitados, aunque sí intuidos ya desde sus comienzos.

Pero esto, lógicamente, no es todo. Baste, pues, con dejar bien señalada la importancia de Leonor en la vida de Antonio Machado, y recalcar lo ya afirmado: no fue una presencia fugaz, a pesar de su corto paso por la vida, sino una presencia-ausencia de enorme peso en la vida y el hacer de nuestro poeta.

Y con esto acabo. El libro está ahí; si con él consigo despertar la curiosidad de nuevos investigadores hacia la figura y la problemática que la misma promueve, me doy plenamente por satisfecho. Muchas gracias por su asistencia al acto y a la atención que me han prestado.

 

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