Los agricultores como guardianes de la biodiversidad en el Certamen de Cortos Ciudad de Soria

Si la semana pasada se proyectó el documental “Guardianes de la biodiversidad: ganaderos” dentro del Certamen Internacional de Cortos Ciudad de Soria, hoy se ha hecho lo mismo con  “Guardianes de la biodiversidad: agricultores”, igualmente en el mismo lugar (salón de actos del Campus de Soria de la UVa), también producida por la Fundación Félix Rodríguez de la Fuente.

Su ficha es al siguiente:

2014 | 59’04’’ | Documental
Dirección de producción: July Echevarría
Productor ejecutivo: Fundación Félix Rodríguez de la Fuente
Guionista: Juan Carlos Verona

Se puede ver en internet, por ejemplo, en este enlace.

SINOPSIS: Este documental, creado por la Fundación Félix Rodríguez de la Fuente en el marco de su proyecto LIFE+ ConSuma Naturalidad (BIOCXLIFE), refleja como muchos de nuestros paisajes agrícolas tradicionales se han formado por la conjunción de los cultivos sostenibles de variedades locales y autóctonas de plantas adaptadas a los ecosistemas más diversos, junto con la presencia de un gran número de especies de fauna de alto valor ecológico. La agricultura en la Red Natura 2000 se caracteriza, por tanto, por una gestión equilibrada de los factores de producción en los diferentes hábitats para poder mantener unos ecosistemas de los cuales dependen no solo la propia agrodiversidad sino toda la biodiversidad silvestre de alto valor asociada. Por una parte, las variedades locales autóctonas, sus productos derivados y las especies; por otra, los rostros de quienes representan ese frágil equilibrio a lo largo y ancho de nuestros territorios, día tras día, forman los ingredientes fundamentales de la presente historia. Todo ello configura la línea de lo que representa ser guardianes de la biodiversidad, del presente y futuro.

Además de agricultores se ha entrevistado a diversos técnicos. Así, Juan Traba, del Departamento de Ecología de la Universidad Autónoma de Madrid, manifiesta en el documental: “El mantenimiento de variedades autóctonas debería ser una obligación desde el punto de vista social pero también desde el punto de vista técnico y científico. La conservación de variedades autóctonas nos permite incrementar el acervo, la variedad, la diversidad genética para hacer frente a posibles cambios ambientales, cosa aque con los procesos de intensificación y la aplicación de variedades únicas, cultivos monovarietales, prácticamente no se puede hacer. Normalmente se trata de variedades más rústicas, que están mejor acondicionadas para las características climáticas y del suelo de cada una de las zonas en que se vienen utilizando. Y junto a este acervo genético está  la consideración del componente cultural, asociado a técnicas de cultivo, que han sido transmitidas frecuentemente de padres a hijos y que tienen gran riesgo de perderse todo ese componente cultural y de tradición en el caso de que desaparezcan de nuestros paisajes agrarios”.

Por su parte, José Esquinas Alcázar, especialista en conservación de Recursos Fitogenéticos nos dice: “Considero que la biodiversidad en general, no solamente la biodiversidad biológica, es sumamente importante para evitar la vulnerabilidad de nuestras sociedades y, desde ese punto de vista, creo que los distintos tipos de agricultura o de sistemas agrícolas deben ser considerados complementarios, y que van a primar unos u otros en función de las condiciones agrocológicas de un lugar determinado, las tradciones, la cultura de ese lugar, las tecnologías disponibles, los conocimientos tradicionales o el grado de desarrollo del país. La única condición que sí que considero importante para cualquier tipo de agricultura es que sea sostenible, que no destruya los recursos naturales sobre los que se basa. Obviamente otros elementos que deben primar es la ética, la armonía con el medio ambiente y la capacidad de mantener la biodiversidad”.

En un momento del vídeo, la voz en off nos apercibe de este modo: “Los cultivos de variedades autóctonas mantienen estructuras de producción que podemos definir en la mayoría de los casos como  ‘sostenibles’, prácticas que se basan en la utilización de técnicas de cultivo compatibles con la conservación del medio, de los recursos naturales, de la biodiversidad, de los ecosistemas y con el mantenimiento de infraestructuras tradicionales como acequias, albercas, terrazas, y otras que favorecen a muchas especies silvestres de interés ecológico. Por eso observamos en numerosas plantaciones de variedades autóctonas diseminadas a lo largo de nuestra geografía la presencia de setos formados por plantas espinosas como endrinos, majuelos o zarzas que sirven de protección a numerosas aves y micromamíferos de interés conservacionista y que también protegen los cultivos de vientos y escorrentías que perjudicarían la estabilidad del suelo y su diversidad biológica. Igualmente en los muros, tapiales y terrazas nos encontramos con la presencia de abuvillas, colirrojos, lagartos y todo un elenco de flora asociada a estos hábitats. Por otra parte, la cultura del riego, tan arraigada en nuestros campos, permite la presencia de canales, acequias y balsas que ecotopos idóneos para diversas especies de anfibios, peces e invertebrados acuáticos.
Es muy importante mantener la profundidad y fertilidad de los suelos y conservar su microfauna asociada aplicando medidas como la conservación de la cubierta vegetal espontánea entre hileras de frutales, el aporte de nutrientes y de materia orgánica o la rotación de cultivos”.

También se entrevista a vendedores de productos agroalimentarios autóctonos y a cocineros.

Además, como en el vídeo anterior, la presidenta de la Fundación da cuenta del programa ConSuma Naturalidad; en esta ocasión así, incidiendo en la marca de garantía de calidad: ” ¿Qué tratamos de trasladar al consumidor con la marca ‘Con suma naturalidad’, yo creo que el propio nombre de la marca lo dice… El consumo es un acto diario y gracias a la elección que hacemos cada día en el tipo de productos que consumimos podemos hacer presión sobre esas grandes empresas o sobre esos pequeños emprendedores para que subsistan dentro de este gran mercado. Entonces, a través de la compra de la marca ‘Con suma naturalidad’ el consumidor está apostando a que se mantenga esa biodiversidad silvestre, la biodiversidad doméstica, a que se mantenga esa forma de economía, esos pequeños emprendedores, y esa cultura centenaria vinculada a esa forma de gestión tradicional que el hombre ha venido haciendo durante ciento de años respecto al entorno.”