Libros de Soria
Reeditada la guía de Soria escrita por Dionisio Ridruejo
Gracias a la colaboración del Ayuntamiento de Soria y la Diputación Provincial, Gadir Editorial ha reeditado “Soria” que, a modo de guía turístico-cultural, y formando parte de la “Guía de Castilla la Vieja“, escribiera el político y escritor Dionisio Ridruejo (Burgo de Osma, 1912 – Madrid, 1975) por encargo de editorial Destino en la década de 1960. La primera reedición realizada por Gadir de “Soria” tuvo lugar en 2013 y en esta ocasión ha imprimido 1.200 ejemplares.
En la presentación del libro han estado presentes el concejal de Cultura del Ayuntamiento de Soria (Jesús Bárez), el diputado de Cultura de la Diputación (Amancio Martínez), Javier Santillán editor e ilustrador del libro, y la catedrática Mercedes Molina que considera que, si la “Guía de Castilla la Vieja” es la mejor obra literaria de Dionisio Ridruegjo en “conocimiento y buena pluma”, la centrada en Soria es la mejor “porque se añade el sentimiento” dada que su autor era soriano. La “Guía de Castilla La Vieja” fue la última obra que escribió el poeta, ensayista y político que combatió junto a Franco y luchó en la División Azul para después distanciarse del régimen y terminar criticándolo, sufriendo el confinamiento en Ronda y San Andrés de Llavanera, así como una marginación socio-cultural por parte del franquismo. A este respecto, en una carta suya del 14 de mayo de 1963, confesaba: “Mi dialéctica puede ser despreciable, mis actos ridículos, mi trayectoria, como cosa pública, objeto de discusión. Todo ello es materia opinable; pero mi cambio de trinchera no me ha proporcionado más que destierros, quebrantos económicos, privaciones de libertad y, como escritor, la más rigurosa condena al silencio”.
Editado en rústica y cartoné, con 192 páginas y un centenar de fotografías en blanco y negro, “aquí, Ridruejo recorre su tierra natal y nos acerca, con su magistral visión, a la historia, el paisaje humano y natural, la enorme personalidad y el ingente patrimonio artístico de Soria y su provincia”. El prólogo es del escritor soriano Abel Hernández y para las anotaciones ha contado con la colaboración de Javier Barrio, Jesús Alonso Romero y Juan Antonio Gómerz Barrera.
Soria ciudad
Como ejemplo de la sensibilidad de Ridruejo y su arte como escritor, entresacamos estas pinceladas que escribe sobre la ciudad y comenzamos con las primeras palabras que describe las vistas panorámica desde el castillo: “…Todo queda a la vista: la espina del Collado, que continúa por la calle Mayor y la Real con todo el caserío a los lados, la grandiosa cerca de montañas que las ‘llanuras épicas’ alejan por el norte y al apretada curva del río. Lo primero que llama la atención, después del espectáculo orográfico, es el color encendido de las piedras de Soria, que son como de hierro incandescente que tira a sangre, cobrizas, anaranjadas, apagándose a veces con el toque arcilloso del bermellón…”
“Callejear por Soria bajo la luna llena -como le gustaba a Machado- es placer delicado que recomentamos al viajero si es que los dos -él y la luna- están disponibles…”
Sobre Santo Tomé-Santo Domingo: “Se piensa, y así lo creemos, qyue estamos angte la fachada románica más hermosa, unitaria y equilibrada que queda en la Península. El color de la piedra añade a sus hermanas norteñas un punto de incandescencia o de sangre que aumenta vida y no quita perfección..:”
El Duero: “Desde el puente a San Polo el paseo se hace solitario, natural y frondoso. Los árboles cubren las dos riberas del Duero, y curvamente, se va metiendo bajo el monte de Santa Ana copiando, antes de estrecharse, las penas donde se eleva el eremitorio del patrón de Soria..”
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