Alfonso I rey de Soria
Santa Cristina de Somport, Soria y Alfonso I el Batallador
Alfonso I el Batallador -rey de Aragón, Pamplona y como consorte de Urraca I, de Castilla y León durante unos años-, funda Soria en 1119 a la que otorga fuero breve al año siguiente. Hasta su muerte en 1134 seguirá poseyendo casi toda la provincia de Soria, pasando institucionalmente todo el territorio soriano a Alfonso VII el Emperador en el verano de 1136 tras consensuar la línea fronteriza política de Castilla con Aragón con Ramiro II el Monge. Este es el marco histórico donde se sitúa la inclusión en la red hospitalaria de la oscense Santa Cristina de Somport en la Soria poblada por el Batallador, como vamos a informar seguidamente.
Cuando Miguel Martel escribe “La Numantina” hacia 1590-1593, se sabía con exactitud donde estuvo ubicada la iglesia “cristianense somportiana”. Martel indica que Soria fue del Batallador durante un tiempo y pone como prueba “una iglesia que hubo en Soria, pasada la puente del río Duero llamada Santa Cristina, que estaba edificada al principio donde están las tenerías en la parte donde oy día hay una cruz, de la qual iglesia no ha quedado memoria, pero tiene al presente renta en los lugares de Cortos y Calderuela, en tierra de Soria, y está sujeta al Prior de Santa Christina de Aragón, que reside en Nuestra Señora del Pilar de Zaragoza”.
¿Y dónde estaban las tenerías a finales del siglo XV? Recurramos a Martel nuevamente: “Pasada la puente al lado derecho se topa con las tenerias y con el templo de S. Polo que dizen fue de Templarios, y agora recrearon de la çiudad por las frescuras, huertas y arboledas que tiene. Junto ael pco mas arriva esta la yglesia de S.Lázaro fundación delos doze linajes de Soria”.
El documento del Batallador
José María Lacarra en el acopio que publicó de la Colección diplomática de Alfonso I de Aragón y Pamplona, recoge el texto de esta donacion de una heredad en Soria al hospital de Santa Cristina de Somport, en el terreno comprendido entre el cementerio asignado a los pobladores procedentes de Ausejo [de la Sierra] y la leprosería, estando dicha heredad protegida por el derecho de asilo. El documento, nos dice Lacarra, “está datado en la era 1174, año 1136, inaceptable. El sincronismo alusivo a la repoblación de Cantabria, cerca de Logroño, lo situaría más bien en la era 1170, año 1132 —cf. documentos n. 249 y 250”.
En el escatólogo podemos ver que el tenente de Soria era Fortún López que lo sería al menos desde febrero de 1127 hasta diciembre de 1135, y que el alcaide del castillo era Fortún Garcés o García. Y observemos, especialmente, la afirmación del Batallador respecto a que Soria, “es suya” por que la ha fundado: “… in Soria, quam ego populavi”. Y por cierto que, Alfonso VIII, ratificaría esta donación el 22 de diciembre de 1173.
1. “Dono”; interlineado en el manuscrito.
2. Entre el texto y el escatocolo se intercala la confirmación de Alfonso VII: “Ego Aldefonsus, Ispanie imperator,
hanc donationis cartam confirmaui in Soria et manu mea roboraui.II. kalendas iulii, era.M.C.LXX.IIII., in anno
secundo quo coronam imperii recepi et hoc meum pone (sic) iussi (signo).
3. “Totato”; sic por “notato”.
Otros datos históricos
Laurent Daillez, en un artículo publicado en Soria Semanal, afirmaba que “igualmente los Papas señalan la existencia del Hospital de Santa Cristina de Soria: Alejandro III en 1168; Inocencio III en 1216 y Alejandro IV en 1256”.
Así mismo señala que la iglesia del hospital era parroquia “bajo la dirección de un prior y un vicario” y que a finales del siglo XIII la encomienda soriana pagaba a la casa-madre de Somport “210 maravedíes de bon oro e dreyto peso en el mes de janero a nos e al prior que por el tiempo fuere”
Para Daillez, dado que la casa-madre de Somport era un enclave vital en el Camino de Santiago, la encomienda soriana formaba parte de los Mil Caminos de Santiago.
Extinción en 1537
El destacado investigador, presbítero y cofundador del Centro de Estudios Sorianos, Florentino Zamora, es la fuente informativa a la que recurrimos para indicar los últimos avatares de la iglesia-ermita de Santa Cristina, en un artículo publicado en Campo Soriano el 7 de diciembre de 1972 (véase el pdf Santa Cristina de Somport en Soria ciudad).
El obispo de Osma, Pedro González Manso, escribía el 12 de octubre de 1537 al licenciado Morales, juez eclesiástico de Soria, encargándole averiguase e informase “de las deshonestidades, delitos, e pecados que se cometían en otra iglesia e ermita de Santa Cristina, que está ansi mesmo en pasando la dicha puente para que por nos, vista la información, probeyésemos si se había de dar o no licencia para derrocarla como la de Santiago”, iglesia esta última distinta a la que había cerca de la actual parroquia de El Espino y cuyas piedras, autorizaba el obispo, sirviesen para reparar el puente del Duero. Los monjes mercedarios y los caballeros, justicia y regidores de la ciudad querían hacerse con tales despojos de Santa Cristina, lo que ocasionó un conflicto entre eclesiásticos y civiles. Además, los monjes acopiaron algunos sillares y se los llevaron al convento para reparar el monasterio de Nuestra Señora de la Merced. Y el 9 de marzo de 1538 los monjes explicaban al escribano Juan Ramírez de Lucena que, “por evitar diferencias con la ciudad, habían convenido, con los señores del Concejo e Ayuntamiento della, en que, demás de las piedras sillares que ansí habían llevado les habían dado e prestado nueve ducados de oro por el derecho que tenían al despojo de la ermita e piedra e suelo e sitio della… quedaban contentos e pagados de los nueve ducados de oro, cedían e cedieron todo el derecho útil y directo, que tenían a la ermita, para que todo sea e quede por público e de la dicha ciudad”.
0 comments