Soria Intramuros
Tras restaurarse las pinturas de Tomás Becket, se proseguirá en San Nicolás con Fondos FEDER de Soria Intramuros
El Ayuntamiento prosigue con su inversión en San Nicolás y tras colaborar con la Junta en la recuperación de las pinturas góticas ya contempla 350.000 euros de inversión FEDER
- El concejal de Cultura, Jesús Bárez, junto con el delegado territorial de la Junta, Manuel López Represa, han visitado hoy el mural recuperado tras una inversión próxima a los 25.000 euros cofinanciada por ambas instituciones. El Consistorio consiguió recuperar este espacio patrimonial y artístico en 2011 con una actuación de más de 450.000 euros y mantiene una partida de 350.000 euros para continuar su mejora dentro de los FONDOS FEDER del programa Soria-Intramuros EDUSI.
El Ayuntamiento de Soria y la Junta de Castilla y León han participado en la rehabilitación de la pinturas que se encuentran en las ruinas de San Nicolás, un espacio de gran valor patrimonial para la ciudad y que se ha convertido en un punto de referencia tanto por su riqueza artística como por su inclusión dentro de la red de espacios escénicos de la capital. La conservación ha supuesto una inversión de más de 25.000 euros, financiada a partes iguales por la Consejería de Cultura de la Junta y el Ayuntamiento de Soria y ha sido llevada a cabo por la empresa Pablo Yagüe Conservación y Restauración. De esta forma, se ha actuado en algunas grietas y desprendimientos así como limpiado el mural y paralelamente se ha consolidado la parte superior modificando las estructuras para evitar la filtración de agua y la humedad. La Junta y el Consistorio soriano planificaron la conservación de estas pinturas de estilo gótico lineal dentro del programa de la Consejería de Cultura ‘Uno por uno’. Las pinturas fueron ideadas para decorar un absidiolo o capilla en el interior de la Iglesia de San Nicolás, están fechadas en el siglo XIII y tienen un gran valor por su singularidad temática ya que representan el martirio de Santo Tomás Beckett de Canterbury.
El concejal de Cultura, Jesús Bárez, ha recordado que fue en el año 2011 cuando este espacio se recuperó para la ciudadanía después de conseguir la titularidad municipal tras la cesión por parte del Obispado e invertir 450.000 euros buscando también parte de la financiación a través de ARI. Desde entonces se han llevado a cabo distintas intervenciones de mantenimiento y se han programado actividades culturales como las lecturas dentro del programa del Festival de las Ánimas de cuentos de terror y los conciertos de Soria Clásica. Igualmente, se ha apostado por su puesta en valor y divulgación de la mano de la Asociación Patrimonio y Sostenibilidad organizando visitas para turistas y vecinos y vecinas. Jesús Bárez, por otro lado, ha añadido que “estas ruinas son historia viva de la ciudad. Tienen un valor extraordinario a nivel histórico y también haremos guiños dentro de la conmemoración del 900 aniversario de la ciudad. También queremos hacer el lugar más abierto para los visitantes y en breve colocaremos un panel informativo con la recreación de las pinturas para que sea más fácil interpretarlas”.
Para acabar, Jesús Bárez también ha confirmado que se está trabajando para seguir interviniendo en el espacio. “De la mano de los FONDOS FEDER, tenemos también una cuantía de 350.000 euros que queremos utilizar para acondicionar el espacio de la torre. Es un lugar único y nuestra apuesta para recuperar nuestras raíces es clara, como se ha podido ver en otros entornos como el Rincón de Leonor, la muralla, San Martín de la Cuesta”, ha recordado el concejal.
Proceso de restauración
El proceso realizado por el restaurador contratado por la Junta de Castilla y León, a través del Servicio Territorial de Cultura, comenzó con la limpieza inicial de las pinturas y toda la hornacina. Los trabajos posteriores han sido: protección provisional de las zonas que se encontraban debilitadas y en peligro de pérdida material; consolidación de los estratos del soporte mediante inyección de morteros fluidificados de cal; consolidación y fijación de la pintura existente en las zonas que presentaban descohesión material con silicatos mediante inyección; limpieza definitiva de la superficie pictórica y eliminación de los materiales empleados en la protección previa, por medios físicos y químicos neutralizados posteriormente; reintegración de las pequeñas faltas y bordes de las mismas con mortero de cal y entonación cromática de estos y de los antiguos morteros de reintegración; aplicación de un producto bactericida fungicida en la superficie de las pinturas y su entorno, y producto herbicida en el entorno del interior de la hornacina; y limpieza final de la superficie de las pinturas y su entorno.
Finalmente, estudiado el sistema de protección mediante el acristalamiento y el planteamiento inicial de aplicación de filtros, se ha optado por mantener el existente, puesto que las características técnicas del actual, con triple vidrio y doble protección de seguridad y filtro ya protegen de más de un 90 % de los rayos nocivos ultravioletas.
Igualmente, después de la aplicación de muestras de un filtro a mayores, se ha considerado, que además de estimarlo ‘reiterativo’ por la protección ya existente, alteraba la percepción visual de las pinturas por ensombrecerlas demasiado.
También se han realizado análisis específicos de las pinturas y se ha elaborado, junto al preceptivo informe final, una propuesta de mantenimiento para el futuro.
Recomendaciones de conservación y mantenimiento
La primera y más importante recomendación que realiza Pablo Yagüe Conservación y Restauración es la de proteger las pinturas con un cerramiento opaco, que además ofrezca un ecosistema más estable. Considera que la solución es sencilla y económica, colocando un panel explicativo abatible, de material opaco, con una reproducción de las pinturas. Adaptado a las dimensiones del vano de la capilla, dicho panel podría ser diseñado para que cuando esté cerrado al público se contemple la zona de las pinturas con una reproducción didáctica que sirva de protección y que, en caso de visitas en las que se acceda al interior de las ruinas, en actividades culturales y otros eventos, el panel protector se abra teniendo al lado de las pinturas un panel didáctico.
La iluminación solo se debería activar cuando haya poca luz, en visitas en las que se acceda al interior de las ruinas, en actividades culturales y otros eventos.
Además, indica que anualmente debería realizarse un mantenimiento periódico de limpieza en las pinturas, así como en el interior de la capilla acristalada y en el propio vidrio de cierre, siempre que no se observe ningún desperfecto o deterioro imprevisto.
Estas labores deberían realizarse por un técnico especialista restaurador, que durante los trabajos de mantenimiento supervise el estado y evolución de las pinturas y emita el informe correspondiente.
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