Soria en la Historia
Soria, Cabeza de Estremadura-Extremadura
Investigadores hay que consideran que el lema de “Soria Cabeza de Estremadura” (“Soria Cabeza de Extremadura” a partir del s. XIX) que aparece en las orlas de los escudos de la ciudad de Soria tienen que ver con la gran relevancia del partido de Soria entre los ganaderos trashumantes norteños que recalaban en la región extremeña (Badajoz-Cáceres). Así, Manuel del Río, en su “Vida Pastoril” (1828) escribe: “«Se ha dicho en otra parte que los Sorianos son mas antiguos que los Montañeses (leoneses) en el pastoreo de ganado trashumante, razón por la que un ganadero de Soria tiene el privilegio de sentarse a la derecha del Señor Presidente en las juntas del Honrado Concejo de la Mesta…”
Pero la mayoría de los historiadores actuales consideran que este calificación de Soria “Cabeza de Extremadura” (otro día hablaremos de “Soria Pura”), no tiene nada que ver con la trashumancia, ni tampoco con “extremo Duero” (que es otra de las creencias más comunes entre los sorianos de a pie).
El archivero municipal de Soria, José Antonio Martín de Marco, en su ensayo “El escudo de la ciudad de Soria. Diferentes interpretaciones” (Celtiberia, nº 93, 1999) recalca que la inscripción más antigua de “Cabeza de Estremadura” (con s y no x) que se conoce del escudo soriano figura en el una campana de la iglesia de San Gil , o sea, en la actual iglesia de La Mayor; escudo que se presupone era similar al Sello de la Ciudad de Soria y que vemos en la siguiente imagen con la efigie ecuestre del “rey niño de Soria”, Alfonso VIII (aunque hay quien dice que correspondería a Alfonso IX).
Nos indica Martín de Marco en dicho ensayo que, en un documento de 1578 (“Prerrogativas y Derechos de los Doce Linajes”, se explica el porqué de las armas de la ciudad de Soria donde se aclara que el sello y el escudo de la ciudad son idénticos y que “tiene un letrero el sello que dice Soria pura cabeça de esttremadura”. Otro tanto viene a decir Miguel Martel en su “Libro Segundo de la Fundación de Soria” pero, además, basándose Martel en un Privilegio de Fernando IV fechado en 1305, deduce que “el Rey mandó dar su privilegio original a Soria y ordenó que los demás pueblos de las Extremaduras acudiesen allí a sacar el traslado, que Soria era cabeza principal de todos los de aquel partido de Duero”. Asimismo Mosquera de Barnuevo en su “Numantina” (1612)dice de las armas de la ciudad: “Soria la pura, cabeza principal de Estremadura” (hasta principios del s. XIX no aparece en documentos oficiales sobre el escudo de Soria la palabra Extremadura con x, aclara el archivero municipal).
Según Martín de Marco, en este ensayo que nos sirve de fuente informativa, F. Palacios Madrid interpretó correctamente el lema “Soria Pura Cabeza de Extremadura” (Celtiberia, nº 19, 1960) al señalar que Soria era la cabeza de la “extremadura de arriba”, del extremo del Duero que, cronológicamente coincidía con la “estrema-dorig” del Califato. Y es que, en el inicio de la Reconquista -en opinión de muchos historiadores contemporáneos- el apelativo Extremadura se otorgaba a las tierras fronterizas o extremos lindantes con el territorio regido por el Islam: “A lo largo del siglo XII no hubo sino varias ‘Extremaduras’, tantas como reinos que prolongaban sus espacios a costa de las tierras fronterizas meridionales, más o menos abandonadas por cristianos y musulmanes hasta entonces, o pertenecientes a la antigua entidad política de Al Andalus, fragmentada en sucesivos reinos de Taifas”, afirma Villar García.
Y en lo que respecta al “Cabeza de Extrematura” soriana, Martín de Marco concluye su ensayo en estos términos: “Así, pues, la Ciudad de Soria sería la más importante `Cabeza´ de las ciudades que se repoblaron a principios del XII”.
El contexto histórico, sin duda, es el que nos lleva al medievo cuando Soria pasa a ser la cabecera de Comunidad de Villa y Tierra de Soria surgida tras la repoblación fomentada por Alfonso I el Batallador en 1119, “durante el tiempo en el que este territorio junto con la Extremadura castellana permaneció bajo su tutela”, leemos en el libro Espacio y sociedad en la Soria medieval, siglos XIII-XV de María Asenjo González. Soria se estructuró en 35 collaciones que, a su vez, co-dirigían (administrativamente, jurídicamente y políticamente) los lugares poblados de la Tierra de Soria, que eran 270 en 1270 y que, con el paso de los siglos, se transformó en Universidad de la Tierra de Soria (s. XVI) y posteriormente en Mancomunidad de los 150 Pueblos de la Tierra de Soria (s, XIX). Y de esta peculiaridades histórico-territoriales medievales proviene el extenso territorio actual del municipio de Soria -menguado respecto al de siglos pasados-, buena parte del cual comparte al 50% con la citada Mancomunidad de los 150 Pueblos. Tal territorio municipal es el que se ha escogido para la candidatura de Soria como Reserva de la Biosfera presentada el 30 de marzo de este año de 2015 ante el Organismo Autónomo de Parques Nacionales.
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