Alfonso I rey de Soria

Collación de San Juan de Naharros y El Batallador

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En el censo diezmero de 1270 la parroquia-collación de San Juan de los Naharros  con siete vecinos, dos moradores y seis atemplantes, a la que abonaban diezmos y estaban sometidas las aldeas de Malluembre, Arquillo, Fuentelfrestno, Pinilla del Campo, Ontalvilla de Valcorba y Fituero (1).

La iglesia se encontraba entre la colegiata de San Pedro y la ermita del Mirón, cerca de la iglesia de Santa Cruz, a la que estaba adscrita desde 1538, y actualmente la senda que sube hacia el Mirón se denomina Camino de San Juan de Naharros. Se derrumbó en 1577 y sus piedras sirvieron para el convento de los mercedarios. Dentro de ella el linaje de Don Vela desarrollaba sus juntas y, tras su eclipse, pasaron a hacerlo en Nuestra Señora del Poyo (2).

Está claro que estamos ante una parroquia-collación que nos remite a los navarros, como sucede igualmente con la localidad soriana de Narros que se encuentra junto a la Sierra del Almuerzo o de los Siete Infantes de Lara. Y aunque sea repetitivo hay que recordar que Alfonso I el Batallador era también rey de Pamplona, reino que Sancho VI el Sabio comenzó a denominar Reyno de Navarra a partir de 1162 para, entre otras cosas, desvincularse del vasallaje que se había rendido a Alfonso VII de León y Castilla, el Emperador (1126-1157), aprovechando la debilidad política de su nieto, el entonces rey niño Alfonso VIII debido a las pugnas por el poder entre los Castro y los Lara.

Recordemos también que los dos primeros tenentes de la Soria que funda El Batallador en 1118 son navarros: Íñigo y Fortún López. Así que no hay duda de que un contingente de navarros se asentó en Soria y que algunos de ellos se agruparon creando esta parroquia-collación de San Juan de Naharros.

Por otra parte, el topónimo Naharros, Nafarros y similares puede documentarse igualmente en otros territorios de la vieja Extremadura castellana, como sucede las tierras de Ávila, y hasta en la Extremadura Leonesa (en Salamanca), donde no pudieron llegar hasta después de 1085 que es cuando este etnónimo aparece en los documentos coetáneos castellanos, y no antes. No obstante Sánchez Albornoz estima que los repobladores navarros en tierras abulenses y segovianos los pudo llevar perfectamente El Batallador (3). Y a este respecto hay que tener presente que tras la muerte del Batallador en 1134 y el “interregno” de su hermano Ramiro II el Monje, el reino de Pamplona deja de estar en manos aragonesas ya que se independiza aceptando como rey a García Ramírez el Restaurador (1134-1150), que tuvo diversas trifulcas con Alfonso VII el Emperador, el cual retuvo en sus manos La Rioja, antaño tierra del reino de Pamplona.

Así mismo conviene también reseñar aquí núcleo originario de la Pamplona en la primera mitad del s. XI, convertido a finales de esa centuria en barrio de Navarrería-Nabarriria, contrincante de los nuevos poblamientos:  burgo franco de San Cernin y barrios de San Nicolás y San Miguel. La Navarrería –llamada en los documentos de la época “Ciudad de los Navarros”- estaba habitada por labradores, siervos, gente humilde instalada seguramente por Sancho el Mayor (1004-10035), que es quien instala la capitalidad del reino en Pamplona  (4).  ¿Vinieron de este barrio -en el que estaba la catedral y su obispo era en la práctica su señor-, los colonizadores de San Juan de Naharros, escapando así del sometimiento económico y social del obispo pamplonés..? Todo es posible.

NOTAS

1.- María Asenjo González: Espacio y sociedad en la Soria medieval. Siglos XIII-XV, Diputación de Soria, 1999, p. 92-93.

2.- VV.AA.-  El arte románico en la ciudad de Soria. Fundación Santa María la Real, Centro de Estudios del Románico. Fundación de Santa María la Real, Aguilar de Campoo, p. 38.

3.- Antonio Llorente Maldonado: Toponimia salmantina, Diputación de Salamanca, 2003, pp. 97-98, 185-186.

4.- Fernando Cañada Palacio: Pamplona s. XI-XII: el origen de los burgos, en Codex aquilarensis: Cuadernos de investigación del Monasterio de Santa María la Real,  nº 15, 1999 (III): El urbanismo de los estados cristianos peninsulares / coord. por Fernando Valdés Fernández), págs. 187-204.

Autor: Ángel Almazán

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