El antiguo convento y templo franciscano gótico de Soria

Este mediodía la Diputación de Soria ha abierto el recinto murado anexo al ábside de la iglesia de San Francisco y, su presidente, Luis Rey, junto con el alcalde de Soria, Carlos Martínez, han ofrecido una rueda de prensa en la que han manisfestado que inician los trámites administrativos que permitan desbloquear el proyecto del solar del antiguo CUS y dotar al edificio de un uso hotelero al tiempo que se recupera el valor patrimonial de la infraestructura. Por nuestra parte hemos elaborado el siguiente vídeo, realizado diversas fotografías y escrito el siguiente artículo histórico-artístico del antiguo convento franciscano y su derruido templo gótico primitivo, cuya cabecera exterior es el muro del denominado “Rincón de Bécquer”.

Extramuros de la ciudad de Soria se construyó el monasterio franciscano medieval del que una piadosa tradición afirma que su génesis parte de la delimitación con cinco montoncitos de piedras que hizo San Francisco de Asís a lo que sería la iglesia del convento cuando pasó por Soria hacia Compostela en 1214: “comienzo como puedo la casa del Señor, otros vendrán que la concluirán”, se dice que dijo. Los documentos más antiguos conocidos señalan que antes de 1227 se celebraron tres Capítulos Provinciales en aquel enclave.

Se sabe igualmente que el Ayuntamiento de Soria acordó el 21 de febrero de 1584 ayudar a la restauración del convento, iniciándose igualmente las obras y asentameitno de la iglesia gótica. Y el 25 de enero de 1618 el convento -que no la iglesia- sufrió un grave incendio (25 de enero de 1618), Los jurados de cuadrillas aprobaron que el vecindario fuese a “sacar la tierra y otros materiales para que se pueda habitar el convento” y, asimismo, “al vecino que se le notifique por el jurado y no vaya, se le saque prenda por cien maravedíes para que con ellos vaya un peón para el dicho efecto”.  El incendio, según las actas del Archivo Histórico Municipal, fue “tan vehemente que se abrasó todo, sin quedar indemne más que la iglesia y el coro”. Y la ciudad apoyó seguidamente, con dinero, su reconstrucción mediante barias sisas. Asimismo los nobles de los Doce Linajes también contribuyeron para fundar y sustentar diversas capillas (el incendio había convertido en ruinas parte de la nave central y ocho capillas laterales). Además se añadió una capilla independiente del convento como capilla de la Orden Tercera franciscana en 1767 en lo que era atrio exterior del convento, al norte de la iglesia conventual, “más un terreno que cedió en Ayuntamiento para darle más anchura”; capilla que “condicionó la entrada a la iglesia, que es la que ahora conocemos”, comenta don Rufo.

Durante la Guerra de la Independencia el general Durán, además de derruir el castillo y lienzos de las murallas, tambien mandó demoler parte del convento para que los francess no se atrincheraran dentro por lo que hoy día y afectó a la iglesia, específicamente a su capilla mayor (Capillade la Concepción), y al crucero central, quedando intacto media iglesia (más o menos) y parte del convento. “No se pueden apreciar más que indicios de lo que fueron las capillas, siendo visible hoy día el perímetro de la cabecera y de sus ocho capillas”, señala su párroco, Rufo Nafría Yagüe. Curiosamente la única capilla que se salvó fue la de los Beltrán que fundara el judeoconverso Nicolao Beltrán, hoy con la advocación al Santísimo, en el que se encuentra un crucifijo que formó parte del oratorio del Palacio de los Condes de Gómara.

“El general José Joaquín Durán, en marzo de 1812, manda demoler las murallas de Soria, los conventos de San Benito, San Francisco, la Concepción, San Agustín y el Hospicio, a fin de que no sirvieran de abrigo a nuevas tropas enemigas y evitar que las que habian dentro resistieran, ya que almacenaba más de 8.000 fanegas de grano y grandes cantidades de galleta”, resume José Antonio Pérez-Rioja.

“Al terminar la guerra, los frailes reemprendieron los trabajos de descombro de la capilla, pero al no disponer de dinero suficiente, y al mismo tiempo, disponer de una iglesia de enormes proporciones, deciden su reducción. Se dejan apartadas las naves laterales (efecto que se puede ver hoy en día) y con nueva cabecera, se edifica un nuevo altar y  nuevo presbiterio, que ocupará y ocupa ahora, más o menos la mitad de la iglesia gótica, y que conllevará a dejar de lado parte de la antigua iglesia gótica, por ello, la parte central de las ruinas actuales, bajo ábside central que aún se conserva,  pertenecen al altar mayor, capilla mayor, o capilla de la Concepción”, afirman  Josep Mas i Llaneres, Miquel Gayá Florit e Isabel Goig Soler (el plano siguiente está tomado de su artículo en internet).

Con la Desamortización de Mendizabal “todo el edificio pasó a propiedad de la Diputación Provincial, que dedicó, en su día, todo el edificio a Hospital Provincial, con el título de Santa Isabel”, nos indica don Rufo. En estos locales se instaló el Colegio Universitario de Soria en 1971 en sus Facultades de Filosofía y Letras, y Medicina. La función universitaria persistió hasta que el CUS fue trasladado de sede al nuevo Complejo Universitario de “Los Pajaritos” en 2004.

La iglesia conventual se convirtió en parroquia de San Francisco de Asís en 1971 y su retablo mayor -que estaba antes en la iglesia de San Nicolás- es obra de Gabriel de Pinedo (1602).

En lo que era huerta cercada con piedra por fray Francisco Calderón en el s. XVI, se habilitó provisionalmente, en 1822, un cementerio municipal  que estuvo en funcionamiento hasta que se abrió, en diciembre de 1830, el nuevo cementerio anexo a la parroquia de Nuestra Señora del Espino.

Por otra cabe reseñar que, Jaime IV de Mallorca, probablemente fue sepultado en 1375 la cripta de la Capilla de la Concepción, que no es otra que la cabecera de la iglesia, y allí realizó excavaciones un equipo de arqueólogos de la Universidad de las Islas Baleares desde el 24 de septiembre al 1 de octubre de 2008 sin resultados positivos.  Esta Capilla de la Concepción fue restaurada en 1683 por el V marqués de Velamazán, Martín Juan González de Castejón y Morales.

“En 1533 la iglesia románica, la primitiva, se encuentra en inminente ruina. Por ello, en 1582 se inician las obras y asentamiento de la iglesia gótica. Los frailes, además, atienden solicitudes de enterramientos, sobre todo de nobles. Se amplia la iglesia: se crean las dos naves laterales  y  nuevas capillas, como puede observar en el archivo adjunto: “plano”, copiado del libro “Memoria de la parroquia de San Francisco de Asís” ( Padre Rufo Nafría, Soria, 1996). De aquí, también podemos desprender que el enterramiento de Jaume IV, se produce en la nave central, puesto que, creemos, que anterior a esta edificación gótica, la primitiva iglesia, comportaba una sola nave, y por tanto descartamos las naves laterales”, apuntan Josep Mas i Llaneres, Miquel Gayá Florit e Isabel Goig Soler

Bibliografía consultada

• “Convento de San Francisco”, por Rufo Nafría Yagüe, en el libro  Soria, su historia, sus monumentos, sus gentes  (Ayto. de Soria, 2015, obra coordinada por J.A. Martín de Marco y Carlos de la Casa Martínez).
•  “El Convento de San Francisco de Soria” en Web  Soria-Goig , artículo firmado por Josep Mas i Llaneres, Miquel Gayá Florit e Isabel Goig Soler.
• “Jaime IV. Un rey de Mallorca enterrado en Soria” en Web Soria-Goig, firmado por Isabel Goig Soler.