El Más Allá en Soria: sepulcros y laudas medievales

En el ámbito funerario medieval soriano vamos a destacar hoy los siguientes sepulcros, laudas y osarios, todos ellos cristianos a excepción de la lauda judía que forma parte de la sección medieval del Museo Numantino sita en el interior de la iglesia de San Juan de Duero. Y comenzamos con estas tres fotografías de dos pandas del claustro de la concatedral de San Pedro. En los muros podemos ver algunas cruces patadas en bajorrelieve que podrían indicar osarios o tumbas y también hay algunos epígrafes funerarios.

En la panda norte de San Pedro quedan dos sepulcros tardorrománicos empleados posteriormente como osarios . En la fachada de la sala capitular destaca un arcosolio reutilizado como osario con bovedilla lobulada.

Para algunos historiadores de arte la decoración y calado de este sepulcro tardorrománico es posible influencia mudéjar, como acontecería con los restos del sepulcro de La Mayor que reproducimos en la cabecera de este artículo y el que podemos ver a continuación, también en La Mayor (antigua iglesia de San Gil).

En San Juan de Duero hay dos arcosolios funerarios, uno dentro de la iglesia y otro exterior adosada al muro sur. La lauda de éste último se ha colocado dentro y es la que vemos en esta fotografía. Seguramente perteneció a uno de los abades de este monasterio adscrito a la Orden de los Hospitalarios de San Juan.

También podemos contemplar en el interior del templo de San Juan de Duero esta lauda sepulcral con una inscripción hebrea perteneciente, al parecer,  a la necrópolis o “fonsario” judío.  Al realizar la repoblación forestal del cerro a mediados del s. XX fue encontrada esta lápida en la ladera oriental, enclave en el que, según Teógenes Ortego aparecían “sepulturas de tipo antropoide formadas lateralmente con losas encuadradas y cabecera monolítica calada en óvalo hasta el fondo para encajar el cráneo mirando de Oeste a Este.., enterramientos de tipo generalizado en los siglos XI-XIV, en nada diferentes en el mundo cristiano”.

Ahora bien, pese a estos datos de Teógenes Ortego, la historiadora como Marisol Encinas Manchado estima que la localización del cementerio hebreo no se hallaba en esa zona y que las tumbas aparecidas eran cristinas, y recoge la hipótesis formulada por Francisco Cantera acerca de que esta lápida hebrea se hubiera trasladado allí desde el “fonsario” judío para ser reutilizada. “Descartada esta localización para el fonsario hebreo, más apropiado parece situarlo extramuros, al sur del recinto fortificado, cerca de Santa María de las Viñas, templo del que aún son visibles algunos muros arruinados”, concluye Encinas. “En esta zona se ha excavado recientemente parte de una necrópolis cuyos resultados verán la luz en breve“, señala también.

La inscripción dice:

«En aquel momento la visión cesó […] / al morir un sabio, un
hombre […] / […] un rabí lleno de […] / […] Abraham Satabi».

Lauda de Abraham Satabi, de piedra arenisca, fechada entre los siglos XIII al XIV

Y como curiosidad, aunque no es medieval, he aquí el oratorio de San Miguel de la Peña en la ermita de San Saturio. A la derecha podemos ver la lauda funeraria de San Saturio en el enclave donde la tradición soriana saturiana estima que se le enterró. La inscripción dice:  “Et erit sepulchrum ejus gloriosum” (Y su sepulcro será glorioso, Isaías XI,10).