Soria en la Historia
Los Siete Infantes de Lara como leyenda y ruta turística de la Tierra de Soria -5-
La reciente publicación del libro de Gonzalo Cabrerizo Cabrerizo (“Historia de la ermita de Nuestra Señora de Torrambril o del Remedio” nos desvela documentalmente una serie de datos muy importantes vinculados a la creencia popular de que allí estuvieron enterrados los Siete Infantes de Lara, conseja que recogió Ramón Menéndez Pidal en octubre de 1895 y que reflejó en su libro “La leyenda de los Infantes de Lara” (editado por Espasa-Calpe y que sigue siendo el ensayo más citado incluso hoy día), tal como transcribíamos en el post anterior: “En los Quintos de Araviana murieron en una emboscada; yacen en la ermita de Nuestra Señora del Remedio al pie del Toranzo”. Al final de este post veremos la fundamentación documental, que se remonta al s. XVI, de esta creencia.
Como bien ubica Cabrerizo, la ermita se encuentra a siete kms. de Noviercas y una siete leguas de Soria, “en las faldas del monte Toranzo, en un paraje de gran belleza natural y bañado por el histórico río Araviana o Torrambril”. Y señala que la ermita se encuentra dentro del Valle del Araviana que, en mapas diversos, hemos visto localizado al otro lado del Toranzo, accediéndose al mismo por el despoblado de Culdegallinas en donde aun persisten los muros de la iglesia románica de San Bartolomé, sin techar. Y despoblados son, también, Torreambril y Araviana.
En Torreambril existía una torre de vigilancia, construida seguramente –como la red de atalayas de esta zona de la cuenca del Retuerto y afluentes (entre ellos el Araviana)- tras la algaraza o cabalgada efectuada por el conde castellano García Fernández por el Campo de Gómara hasta Deza en el año 974, que bien pudiera haber inspirado la “cabalgada” legendaria de los Infantes de Lara hasta Almenar y Campos de Araviana. Esta incursión castellana por el territorio controlado por los Banu Amril y, además, la muerte de uno de ellos, Mahde ben Timlet (wali o gobernador del Campo de Gómara), en su fallido intento de cortar la retirada de García Fernández, pudo motivar a los demás hijos de Amril (de quien deriva el topónimo Torre de Ambril) a constuir la red de torres de vigilancia y defensivas de todo este territorio y su entorno, entre las que destaca la torre de Noviercas. Uno de estos hijos, Galib, es el Galve de la leyenda de los Siete Infantes de Lara en la batalla final donde estos mueren y son decapitados.
Es de suponer que esta zona fue conquistada finalmente por Alfonso I el Batallador hacia 1119, año en que puebla Soria a la que otorgará al año siguiente su Fuero Breve. Y todo este territorio pasó a formar parte de la Comunidad de Villa y Tierra de Soria, que es el motivo histórico por el que forma parte del municipio de Soria el monte Toranzo (copropiedad del Ayuntamiento capitalino y de la Mancomunidad de los 150 Pueblos). Noviercas, por cierto, se independizó de la Tierra de Soria al obtener el título de villa en 1537.
La ermita está documentada ya en 1275 con la denominación de “Santae Mariae de Tordenbrielle”, y como “Santa María de Torreambril” en el privilegio otorgado por Sancho IV en el año 1293, denominándose así hasta inicios del siglo XVIII en que es reemplazado totalmente por el de “Nuestra Señora del Remedio”, topónimo con el que ya aparece en un documento de 1581. Y en pugna tuvieron la posesión de la ermita el concejo de Noviercas y el cabildo de San Pedro (Soria) desde 1539, dando lugar a un proceso judicial iniciado en 1783 y concluido en 1788 con fallo favorable al Cabildo que, sin embargo, concedió su propiedad a Noviercas en 1800, según Gonzalo Cabrerizo.
Como todo el territorio de la Comunidad de Villa y Tierra de Soria era realengo, Sancho IV pudo conceder a Santa María de Torreambriel, iglesia agregada a la de San Pedro de Soria, doce yuntas de heredad entre la Torre de Ambril y la ermita, fechado el 5 de mayo de 1293. Privilegio que confirmó Enrique IV, hermano de Isabel la Católica, el 27 de junio de 1400, e igualmente lo confirmaron Fernando e Isabel estando en Tortosa a 14 de diciembre de 1495.
Y en este pleito entre el concejo de Noviercas y el Cabildo de San Pedro se presentó –y ahora llega lo más interesante- una real provisión firmada en Madrid a 5 de febrero de 1529 por la señora de Soria y su Tierra, doña Isabel de Portugal (esposa de Carlos V de Alemania y I de España), que dice:
“Doña Isabel por la divina clemencia emperatriz y reina de Aragón //…// sepades que por parte del deán… me fue hecha relación diciendo que el rey D. Sancho, visto como en la iglesia de Nuestra Señora de Torreambriel, de la diócesis de Osma, fueron muertos e sepultados los Infantes de Lara, por la mucha devoción que a la dicha iglesia tuvo e por la hacer bien e limosna, así para la fábrica e ornamentos de elal como para sustentación de la que la sirven, le hizo merced e le dio e señaló por cada un año doce yuntas año a ver para pan en el exido que es en el dicho lugar, desde el castillo hasta la iglesia…”
Así, pues, no resulta raro que también se presentara en este pleito unos mandatos que a instancia del concejo de Noviercas otorgó el obispo de Osma, Sebastián Pérez, Y en una de las respuestas dice el obispo: “…dicen tener una ermita de la madre de Dios del Remedio del río de Torrambril y do dicen están sepultados los siete infantes de Lara, y por no tener renta para sus reparos, pidieron les diésemos licencia para pedir limosna para ella”. Licencia que concedió estando en Pinilla a 17 de agosto de 1585.
A resultas de la sentencia favorable al Cabildo de San Pedro toma “posesión real, actual, corporal” del patronato y ermita. El documento respectivo, que recoge igualmente Gonzalo Cabrerizo, comienza así: “En el atrio contiguo a las puertas principales de la ermita de Nuestra Señora del Remedio de Torreambriel que está sita en término y jurisdicción de la ciudad de Soria, a 20 de julio de 1790…” Se describe a continuación el ritual de posesión, ciertamente curioso, del que destacamos lo siguiente: “… le introdujo en la iglesia de la citada ermita y le dio la posesión específica a nombre de su Cabildo… y recibiendo la llave y vueltos a entrar en dicha iglesia y sacristía ocupo ésta dicho D. Domingo de Gregorio, cerró sus puertas y recogió la llave de ella, tomando asiento a el lado del evangelio del altar de la santa imagen de Nuestra Señora en señal y por lo respectivo a los actos honoríficos de patronato, y en seguida se le constituyó en una capilla que llaman de los Siete Infantes de Lara titulada también de la Magdalena donde existe una pila bautismal..”.
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