Alfonso I rey de Soria

Collación de San Sadornin y El Batallador

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La iglesia de San Sadornin se encontraba entre la Iglesia del Espino y la Puerta de Valobos (por la que entraban los toros en las fiestas de San Juan, también llamada Ogalobos o Ahogalobos, puerta demolida en 1779), y fue el centro rector de la collación de San Sadornin-Sadornil-Santurnino. El hagiotopónimo Sadornin se encuentra en la lengua occitana y está vinculado al antropónimo latino Saturninus, diminutivo de Saturno.

En el censo diezmero de 1270 San Sadornin estaba poblada por cuatro vecinos, siete moradores y cuatro atemplantes y le pagaban diezmos Aragoneneses, Estepa, Alfaregen (Aragel), Ricacho, Las Dombellas, Nomparedes y Noviercas (1). De esta última población, por ejemplo, hay documento de 1744 que que dice: “Noviercas es entreguera, tiene 35 parroquianos de números, son de San Sadornil de Soria, anejo de Nuestra Señora del Espino” (2).

Teófilo Portillo, siendo archivero diocesano manifiesta que la iglesia fue edificada tras la puebla de Soria por Alfonso I el Batallador, rey de Navarra y Aragón, llamándose en el medievo también por el nombre de San Santurnino. Y a ella tenían que pagarle diezmos las parroquias de “El Arcángel” (despoblado de Paredesroyas), “La Natividad de Nuestra Señora” (Nomparedes), “Santos Justo y Pastor” (Noviercas) y la del Ribacho (despoblado de Cascajosa) (3). Igualmente, eran dezmeras de San Sadornín las parroquias de Villarejo (despoblado de Los Rábanos), Caragén (despoblado de Gómara) y la de Estepa (4).

A su vez, cuando Tutor y Malo escribe, en 1690, su monumental Compendio Historial de las dos Numancias, indica que está unida a la Iglesia del Espino. Tutor y Malo, por cierto, llega a señalar que san Saturio se llamaba así porque su padre era de la familia romana de los Saturios, Saturnos y Saturninos, de quienes derivaría nada menos que el dios Saturno. No es extraño, por tanto, que en con esta percepción imaginativa del linaje sel patrono de Soria, escriba “que para honra y gloria de su nombre [el de san Saturio, del linaje de los Saturnos-Saturninos] dedicaron los antiguos el templo y parroquia, que hoy está unida al célebre Santuario de Nuestra Señora del Espino, dedicado a San Saturnino” (5).

Lo cierto es que, desde el siglo XII al XVIII, se tiene constancia documental de la Iglesia de San Santurnino-Sardonin-Sadornil y que el culto a este san Saturnino fue desapareciendo coincidiendo cronológicamente con el realce institucional y eclesiástico a san Saturio (6).

En este mapa de Coello (1860) ya no figura San Sadornil entre El Espino y la Puerta de Valobos

San Saturnino, de Toulouse a Pamplona

Indudablemente la advocación del patrono de esta collación es San Saturnino de Toulouse y su culto en Soria tiene dos probables orígenes: pamplonés o turiasonense, como explicaremos más adelante. Y el origen del culto a san Saturnino se localiza en Toulouse (Francia).

La basílica de Saint-Sernin (San Saturnino) es seguramente el templo con mayor número de canecillos del mundo, la iglesia románica más grande de Francia y, tras la catedral de Santiago de Compostela, el enclave santiaguista europeo más importante. A unos doscientos metros se encuentra la Iglesia del Toro, en la Calle del Taur, equidistante entre Saint-Sernin y el Capitole (el Capitolio tolosano es sede del Ayuntamiento y de la Oficina de Turismo).

Imagen parcial de uno de los ábsides de Saint-Sernin de Toulouse

Dice la leyenda que el primer rey de Toulouse fue Acuario y su primer obispo, san Saturnino, a quienes unos hacen discípulo de san Pedro y otros hagiógrafos aseguran que vivió en el siglo III, como acontece en las “Actas de Bousquet” y la “Leyenda Dorada” de Santiago de la Vorágine (7).

Bousquet y De la Vorágine nos indican que Saturnino fue, en efecto, el primer obispo de Toulouse y que los oráculos de los dioses paganos quedaron mudos ante su apostolado. Entonces los paganos le ataron a la pata de un toro bravo que le arrastró por las escalinatas del Capitolio, donde quedó destrozada la cabeza de Saturnino. Allí donde se paró el toro se edificó la Iglesia del Toro, en la que se representa en fresco y cuadros esta leyenda. Posteriormente se edificaría la basílica de Saint Sernin, donde fueron trasladadas sus reliquias. Su fiesta es el 29 de diciembre.

Óleo reflejando el inicio del martirio táurico de san Saturnino de Toulouse en la Iglesia del Toro tolosana

Saturnino de Toulouse tuvo como discípulo a Honesto que logró que se trasladara a Pamplona para evangelizar y en tres días, según Bousquet, logra convertir a 40.000 navarros y arrasar el templo de Diana (la Crónica de Carlos de Viana dice que el número de bautizados fue de mil personas). En la iglesia pamplonica de san Cernin (así es denominado derivado de la lengua occitana) hay desde el siglo XIX una plancha de bronce en el suelo del pórtico, lugar donde la tradición quiere que predicar Saturnino en aquella ocasión.

San Cernin regresó después de esta predicación pamplonica a su sede, según la historiografía francesas, pero la española “prolonga su predicación por Soria, Medina del Campo, Toledo y Cataluña” (8).

San Saturnino tenía un templo en el burgo pamplonica de San Cernin, poblado por francos. Además san Saturnino ha sido el patrono de la diócesis de Pamplona hasta 1657, año en el que se le hizo a san Fermín (discípulo de Honesto) copatrono junto a san Francisco Javier, 17 siglos después de su muerte. Ahora bien, san Saturnino sigue siendo patrón de la ciudad de Pamplona.

San Sadornil soriano: la vía tolosana por Pamplona y Tarazona

Alfonso I el Batallador era rey de Pamplona (reino que pasó a llamarse Navarra con Sancho VI el Sabio en 1162) y de Aragón, también fue rey durante unos años de Castilla y de León por la potestad compartida con su esposa Urraca, y de casi toda la actual provincia de Soria hasta su fallecimiento en 1134. Funda Soria en 1119, le da Fuero Breve en 1120 y la incluye dentro de la diócesis restaurada de Tarazona.

“Difícil fue el episcopado de Miguel de Toulouse, primer obispo de Tarazona tras la reconquista: electo ya el 13 de diciembre de 1119, quedó consagrado el 26 de marzo siguiente; era un prelado francés, igual que sus contemporáneos de las sedes de Zaragoza y Barbastro, y muy devoto de Saint Sernin de Toulouse, de donde procedía”, afirma el historiador Angel Canellas. Y bajo la mitra turiasonense estuvo Soria y su Tierra (en moderno: Mancomunidad de los 150 Pueblos de Soria) hasta que el Concilio de Burgos de 1137 las adscribe al obispado de Osma (10).

Por tanto, dada la devoción del primer obispo de Soria, Miguel, este santo tolosano es factible que pudiera derivar de ello la advocación soriana a San Sadornil-Sadornín. Pero no es esta la única opción ya que existe otra posibilidad, la pamplonica, que quizás sea la más adecuada.

Uno de los cuatro barrios medievales de Pamplona fue el de San Cernin (Saturdi en lengua vascónica, Saturnino en castellano) con templo homónimo ya documentado en 1107. Sus vecinos eran francos, transpirenaicos: de Cahors según Carlos de Viana, y según las nóminas, “de Condon, Bourges, Bordeaux, Toulouse y otras partes” (11). Mercaderes, cambistas y artesanos eran sus profesiones destacables. El Batallador les da el fuero de Jaca a este burgo de San Cernin en 1129, otorgándoles “el monopolio de venta de pan y vino a los peregrinos, la exención del pago de peaje y lezda en el reino, y mercado en el llano a la parte de Barañáin y no admitirían como vecinos ni a navarro ni a infanzón”, así que se convirtió en el núcleo urbano pamplonés “más distinguido, el más rico económicamente y el más numeroso demográficamente” (12). Este fuero lo confirmarían Sancho el Sabio (1161) y Teobaldo I (1237).

El culto a san Saturnino en Pamplona se documenta en el último cuarto del siglo XI “titulando la parroquia que daría nombre al nuevo burgo francígena fundado en Pamplona durante el reinado de Sancho Ramírez (1076-1094), impulsado por el obispo Pedro de Roda (1083-1115). El prelado, de origen francés, habría sido el artífice de la advocación por su vinculación con la abadía tolosana… Por la misma época, Pedro de Roda entregó al cabildo tolosano de Saint-Sernin la iglesia parroquial de Artajona con todos sus bienes raíces, diezmos, primicias y los derechos episcopales sobre la misma (1084), dando así comienzo al priorato de San Saturnino” (13). Y por si quedase todavía duda de la devoción de este obispo a este santo, cabe resaltar que, en 1096, asistió al papa Urbano II durante la consagración de la basílica románica de Saint-Sernin de Toulouse.

Por tanto es probable que los colonos que levantaron la primitiva iglesia soriana de San Sadornil-Sadornin fuesen franceses occitanos o hijos de los francos asentados en el burgo de San Cernin de Pamplona. Por otra parte, no hay que dejar a un lado el hecho de que muchos caballeros franceses apoyaron al Batallador y combatieron con él.

 

NOTAS

 

1.- María Asenjo González: Espacio y sociedad en la Soria medieval. Siglos XIII-XV, Diputación de Soria, 1999, p. 114.

2.- Gonzalo Cabrerizo Cabrerizo: Historia de la ermita de Nuestra Señora de Torrambril o del Remedio, Soria, 2016. p. 65

3.- Teófilo Portillo: Catálogo del Archivo Diocesano del Obispado de Osma-Soria, pp. 346 y ss.

4.- Teófilo Portillo: Instituciones del Obispado de Osma, Caja de Ahorros de Soria, 1985, pp. 199 y ss.

5.- Pedro Tutor y Malo: “Compendio Historial de las dos Numancias”, 1690, pp. 363-364.

6.- Transcribo de Ángel Almazán de Gracia: “Sanjuanes y Sanfermines. Santos Saturnino, Saturio, Fermín, Juan y Miguel”, en Soria 7 Días, 2-julio-1994:

“¿Me permiten recordarles algunas fechas y datos clave de nuestro San Saturio?. Helas aquí:

– Se supone que nació el día y año en que se apareció el Arcángel San Miguel en el monte Gárgano (Italia): 29 de Septiembre del 493. Aunque autores devotos hay que le han dado como fecha de nacimiento el 18 de diciembre  y el 8 de mayo.

– Se ha consensuado que su muerte fue el 2 de octubre del 568.

– El primer documento realmente fidedigno, directo y claro sobre la devoción de la ciudad de Soria a San Saturio y sobre la existencia de un “cuerpo santo” en la ermita de San Miguel de la Peña data del 5 de mayo de 1542, mil años después de su muerte.

– El primer documento que se tiene del primer inventario conocido de las reliquias de S. Saturio data de 1603, año en el que la ermita sigue teniendo la advocación a San Miguel de la Peña.

– El 31 de agosto de 1743, atendiendo una carta del francés Felipe de Borbón (Felipe V de España), el papa Benedicto XIV declara canónicamente santo a S. Saturio y le hace patrón de la ciudad de Soria, cuyo ayuntamiento lo había adoptado como patrón en 1628.

-Soria festeja el decreto papal entre el 2 y el 10 de octubre de 1743 con  tres días de corridas de 12 toros cada una y con fuentes de vino en las plazas. La noticia del decreto papal fue dada a conocer a los sorianos a partir de las 4 de la tarde del 28 de septiembre, víspera de San Miguel Arcángel.

 Hasta el siglo XVII, como muy pronto, la ermita actual de San Saturio seguía llamándose de San Miguel de la Peña, en honor a S. Miguel Arcángel. Y por cierto que en Aralar (Navarra) está el templo español más importante dedicado a este arcángel, en el que hay un hueco en un muro por el que los fieles introducen su cabeza para sanar de diversos males, como sucedía en San Saturio hasta hace unos 20 años aproximadamente.

 No había templos dedicados a San Saturio durante la Edad Media, que era la más cercana a la vida del anacoreta del Duero. Pero, sin embargo, si lo había dedicado a San Saturnino, con la iglesia de San Sadornin, sobre la que callan los hagiógrafos saturianos. Además, se da la circunstancia de que en Armentia (Álava), donde nació San Prudencio, existía un templo en honor a San Saturnino. Tutor y Malo llega incluso a afirmar que San Saturio predicó en Armentia y en Calahorra contra los arrianos”.

7.-  Santiago de la Vorágine: La leyenda dorada, Alianza Ed., Madrid, 4ª reimpresión, 1990, Tomo II, pp. 774-775.

8.- José María Jimeno Jurío: Historia de Pamplona y de sus lenguas, Txalaparta, Tafalla, 1995, p. 43.

9.- Angel Canellas López: “Tarazona y su gente en el siglo XII”, Cuadernos de historia Jerónimo Zurita, nº. 16-18, 1963-1965, p. 44.

10.- En la Edad Media la cordillera ibérica, la Idoubeda antigua, separó políticamente a las antiguas tierras celtibéricas puesto que el Moncayo pasó a ser el mojón que separaba Castilla de Aragón, tras el acuerdo alcanzado entre Alfonso VIII (casado en Tarazona, por cierto) y Pedro II de Aragón. No obstante la frontera eclesiástica -que es la más importante, desde un enfoque antropológico- siguió vinculando ambas márgenes del Moncayo hasta 1954 dado que Ágreda y los pueblos de sus aldeas de antaño (Aldehuela, Añavieja, Beratón, Castilruiz, La Cueva, Dévanos, Fuentes de Ágreda, Matalebreras, Montenegro, Muro de Ágreda, Ólvega, San Felices, Trébago y Valdelagua), continuaron adscritos a la diócesis de Tarazona, cuyo obispado llegó incluso hasta Soria capital en el primer tercio del siglo XII. El restaurador de la diócesis turiasonense, en 1119, fue el obispo Miguel, un monje francés proveniente muy seguramente de San Saturnino de Toulouse, lo que explicaría el por qué de la existencia de una iglesia dedicada a este santo en la ciudad de Soria, lo cual refuerza considerablemente mi tesis respecto a la relación entre San Saturio y San Saturnino” (Ángel Almazán: “Notas sobre el Moncayo, Hércules, Ágreda y los pelendones”, Revista de Soria, 2º época, nº 19, 1997, pp.15-32.

11.- José María Jimeno Jurío, Opus cit., p. 79.

12.- José María Jimeno Jurío, Opus cit., pp. 78-79.

13.- Roldán Jimeno Aranguren: “San Saturnino, mito y realidad” en ciclo de conferencias de la Universidad de Navarra, online en unav.es/catedrapatrimonio (consultado en febrero de 2019).

AUTOR: Ángel Almazán de Gracia

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